zzzznacp2NOTICIAS ARGENTINAS BAIRES, SEPTIEMBRE 3: El ministro de Hacienda, Nicolas Dujovne anuncia las nuevas medidas economicas. Foto NA: DANIEL VIDESzzzz

El día sábado, el ministro de hacienda Nicolas Dujovne confirmó su renuncia, algo que habría ocurrido el último martes y que recién ahora se publicitó ya que el presidente Macri quería tener confirmado a su sucesor antes de anunciarlo. Quien lo reemplazará es Hernán Lacunza, ministro de economía de Vidal en la provincia de Buenos Aires, quien debió volver de urgencia de las vacaciones que había decidido tomarse justo en medio de la mayor crisis económica y política de todo el gobierno de Cambiemos… Lo que se dice un ejemplo de funcionario macrista, imitando al “domador de reposeras” Mauricio quien lo convocó para semejante ofrecimiento de emergencia no a la Casa, sino a su casa quinta de descanso “Los Abrojos” donde estaba descansando mientras millones piensan como llevar un plato de comida a sus hogares.

Recordemos que Dujovne fue desde el inicio EL hombre del FMI en el gobierno, siendo el principal armador del usurario acuerdo con ese organismo e interlocutor privilegiado con (la también fugada) Christine Lagarde. Justamente a partir de esta posición de peón de los patrones del FMI fue que en septiembre del 2018 Dujovne había forzado la salida de Nicolás Caputo (el “Messi” de los mercados”) del gobierno, sumando de esa forma el control de todos los resortes de la gestión económica nacional, para poder avanzar de esa forma en la aplicación a rajatabla de la receta del FMI.

Dujovne nos regaló en noviembre del 2018 una frase que sonó como afrenta a los castigados sectores populares y que esperemos hoy sea leída como una epifanía: “Nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el Gobierno”.  Efectivamente en los 32 meses que estuvo frente al ministerio se encargó de llevar adelante un brutal ataque a los bolsillos del pueblo trabajador, descargando una vez más sobre nuestra clase el costo de mantener una fuga de capitales de una envergadura con pocos precedentes y habilitando la bicicleta financiera donde mientras les trabajadores deben pedalear de sol a sol para llegar a fin de mes, los capitalistas se llevan miles de millones de pesos de ganancia costa del esfuerzo ajeno.

El resultado de este ajuste es claro: millones de personas empujadas a la pobreza, una economía en caída libre con fábricas y negocios cerrando todas las semanas, una inflación incontrolable que destruye nuestros salarios y transforma cada visita al supermercado en una película de terror y un estado que ajusta donde más se necesita cerrando o achicando programas de salud, educación, niñez y atención a la violencia machista. Todos sacrificios (ajenos) que la administración macrista hizo en el altar del “déficit cero”, buscando cumplir con las exigencias del FMI de cerrar el déficit fiscal y esperando la ilusoria “lluvia de dólares” que haría que llegue la reactivación, donde con una clase trabajadora ya pauperizada la Argentina se sumaría al paraíso neoliberal. Pero el paraíso fue solo para los especuladores y buitres, que con tasas de interés que superan el 70% estuvieron obteniendo ganancias siderales, que luego fugan al exterior ante el nulo control que aplica el gobierno.

Pero la inviabilidad de este proyecto se vio agravada cuando comenzaron los problemas en el frente internacional enmarcados en la guerra comercial de EEUU y China semanas antes de las elecciones. El gobierno intentó mantener artificialmente quieta la cotización del dólar nuevamente subiendo las tasas en busca de que esto no lo afecte en el resultado electoral, algo que evidentemente fue en vano porque se venía cocinando una histórica en las urnas para el gobierno de los CEOs.

El domingo 11/8 la realidad demostró que no importa lo que digan los Trolls de Peña o los papers de Duran Barba, amplios sectores de la clase trabajadora y el pueblo tenían claro que no podía continuar este grupo de ricos gobernando un país cada vez más pobre. Ante este tsunami electoral el Macrismo demostró nuevamente lo grande que le queda el papel que está interpretando en esta historia, donde entre las declaraciones del día de los comicios y la conferencia de prensa presidencial del lunes, quedó claro que se trataba de un gobierno en descomposición que no lograba articular un plan coherente ante la crisis que estalló en sus caras.

Apenas abrieron los bancos al día siguiente de las elecciones quedó claro que la decisión de Macri era no intervenir para frenar la corrida cambiaria, permitiendo que “el mercado” aleccione al pueblo sobre quien toma las decisiones en este país, acumulando de paso ganancias siderales en pocas horas, casi como compensación por las molestias ocasionadas en su plan de saqueo a largo plazo de nuestro país.

El descalabro financiero que sufrió el país entre el lunes y martes puso el foco sobre Dujovne, quien al ser el defensor a ultranza del ajuste sin atenuantes fue señalado por parte del ala política de cambiemos como el mariscal de la derrota. Viendo que se encontraba en un barco a punto de naufragar y con un capitán que no daba la talla, Dujovne decidió irse a su casa, tal vez a disfrutar de los más de 40 millones de pesos que ganó en 48hs con la devaluación gracias a que “oportunamente” tenía el grueso de sus ahorros en dólares y en el exterior. Recordemos además que las (tibias) medidas paliativas que anunció Macri el martes no cayeron muy bien en Dujovne ya que van en contra de lo acordado con el fondo, algo que seguramente terminó de precipitar su salida. Habrá que ver si ante esta situación el FMI pone en duda el próximo desembolso de 5000 millones de U$D, en principio hay rumores de una posible suspensión de la visita que la próxima semana iban a realizar los técnicos del fondo.

Viendo este panorama no queda duda de que debemos salir a las calles a frenar el saqueo ya que en esta retirada los buitres están dispuestos a arrasar con todo. Ante la destrucción de nuestros salarios y el encarecimiento del costo de vida, debemos exigirle al gobierno medidas inmediatas para frenar la pauperización de la vida.

Por eso el grito del momento es inequívoco ¡Fuera Macri y el FMI! En el camino de lo demostrado por los movimientos sociales la semana pasada, debemos continuar en las calles en unidad para seguir luchando sin tregua por la derrota definitiva de este gobierno antipopular.

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