A 50 años del Cordobazo, entrevistamos a María Cristina Salvarezza, partícipe de las jornadas históricas del 29 de mayo de 1969 y una de las presas fugadas de la cárcel del Buen Pastor en el año 1975.

Venceremos: ¿Cómo venías trabajando y militando antes del Cordobazo? ¿Qué preparación y organización había?

  1. C. Salvarezza: En realidad tendría que remontarme a mis días de colegio católico, que es donde empecé a comprender o a sentir vergüenza e indignación por el desprecio con que la directora, Alicia Opel Riel, trataba a las chicas venidas del interior, a quienes discriminaba constantemente. Hay que decir que Opel Riel apoyó luego a la dictadura de Onganía. Toda esa situación me hizo como un “click” en la cabeza y ya allí me negué a ser confirmada, como una primera muestra de rebeldía.

Más tarde viajo a Córdoba capital y allí soy en principio como cualquier otra chica joven, Voy a a bailes, peñas, me junto con amigos… es esa vida social la que me lleva a empezar a ir a algunas reuniones por invitación de conocidos. Así empiezo a militar en Integralismo1, pero más por gusto de estar entre amigos que por conciencia y convencimiento. La verdad es que en ese entonces puede decirse que no entendía mucho de política. No me planteaba demasiado por qué viniendo de familia radical estaba en el peronismo ni si eso era lo que me convencía. Participaba porque mis amistades estaban allí y me gustaba por eso.

Después, en el 66 con el golpe de Onganía se cierra la facultad de arquitectura y se da toda una serie de allanamientos que buscaban acabar con la experiencia que se comenzaba a gestar allí, de un cambio muy profundo en la concepción de los contenidos y orientación de la carrera y que va a dar luego origen a lo que se conoció como Taller Total2. Pero en aquél momento de censura, con el cierre de la facultad surge el Movimiento contra la Represión que ya se organiza entonces en células y se estudia a los clásicos, la realidad del país, etcétera, y cuando en el 67 se reabre la facultad allí sí ya creo que son años de mucha formación política conciente. Así que retomando la pregunta así es como había transcurrido mi vida y mi formación hasta el 69.

Y en cuanto a la preparación, la verdad es que había mucha y muy organizada. No es cierto que haya sido una pueblada espontánea.

Venceremos: ¿Tuviste tareas asignadas durante los días previos y durante el mismo 29? ¿Había diferencias entre las tareas asignadas a los compañeros y las compañeras?

 

M.C.S.: Nosotros sabíamos que el 29 teníamos que apoyar y apuntalar los cortes y toma de barrios. En realidad ya el 28 salimos para la zona norte, hacia la ruta que va a Jujuy. Y allí, una cosa por ejemplo de lo que recién hablaba, de la organización que había, teníamos asignadas casas donde quedarnos, lugares para dormir, comida… Todo eso estaba de antemano. No había improvisación ni espontaneismo.

Me acuerdo mucho de los fogones en los cortes y los barrios y alía se charlaba mucho, se intercambiaba mucho, allí se gestaba también eso de obreros y estudiantes, en ese compartir la olla, el fuego, el pan, escucharse… no recuerdo que se hicieran allí diferencias ni entre tareas de hombres y mujeres.

Como por ser de arquitectura teníamos buena mano para el dibujo, se armaban volantes de cómo armar una molotov, cómo doblar un clavo para hacer miguelito… de todo lo que se tenía como experiencias previas y directas de lucha, y todo eso tenía aceptación y apoyo de la gente.

 

Venceremos: En retrospectiva, ¿cómo describirías el papel de las mujeres militantes y las discusiones que las atravesaban?

 

M.C.S.: La discusión feminista digamos que se hacía y que yo recuerdo que se daba era sobre todo por convenios de trabajo: reclamos gremiales por igual salario, por condiciones laborales aptas para las mujeres, como por ejemplo el comedor de fábrica, cosa que en las empresas no había… Yo diría que se empezaba a cuestionar los roles de las mujeres sobre todo en relación a situaciones machistas.

 

Venceremos: ¿Que lectura puede hacerse del Cordobazo en clave de reivindicación del aporte a la lucha en particular de las mujeres?

 

M.C.S.: Hace poco recuperamos entre los negativos la foto panorámica que se está difundiendo mucho donde se ve la columna de mujeres en la clásica foto que se lo ve a Tosco en una movilización. Esa foto muestra en realidad la equidad que había en ese sentido entre hombres y mujeres, esa idea de juntos y a la par que se visualiza allí. Creo que esa idea de igualdad es algo valioso para rescatar. Para todos los que vivimos aquello, el 29 nos dio fuerza y confianza. Nos fogoneó en la lucha. Potenció también el Taller Total… Fue una experiencia y aprendizaje en muchos sentidos para todos, y una victoria a pesar de que luego el ejército controló la situación.

 

Venceremos: El 24 se cumplió además un nuevo aniversario de la fuga de la cárcel del buen pastor, en la que participás. ¿Cómo se dio tu detención y cómo se organizan en la cárcel con otras compañeras?

 

M.C.S.: A mi me detienen en Enero. Es la segunda detención en realidad. En la primera no me identifican como PRT sino como Movimiento Popular de Córdoba que era un frente de masas mediante el que actuaba el partido, así que zafé digamos. La segunda, cuando me identifican, estuve desaparecida un tiempo hasta que me reconocen legalmente pero hasta ese momento la pasé bastante mal… Estuve en lo que se conoce como la D2 de Inteligencia, que era el Centro de Información que funcionaba en el Cabildo, en plena plaza San Martín, al lado de la Catedral. Allí operaba el Comando Libertadores de América como le llamaban, que luego fue directamente AAA… Era donde tenían a los cuadros más preparados para “sacar” información, entre ellos “La tía”, Argentina Pereyra de Mercado, que luego fue ajusticiada.

Ya en la cárcel cada organización tenía su dirección, quienes sabían el plan completo de fuga, qué día, hora, lugares…

 

Venceremos: ¿Cuándo empiezan a planear la fuga? Cuándo deciden ponerla en práctica y cómo se desarrolla?

M.C.S.: Cuando yo llego a la cárcel ya había fracasado por poco el primer plan de fuga que había sido a través de un túnel. Uds. saben que existía un principio de pensar en fugarse desde el primer minuto que se caía preso…

En la cárcel todas participábamos haciendo relevamientos de información y la suministrábamos aun sin saber para qué era cada cosa y hasta sin saber que lo hacíamos, sino a través de datos o comentarios. Los familiares e incluso las guardias lo hacían también así, con preguntas aparentemente inocentes pero que nos permitieron por ejemplo reconstruir distintos espacios de la cárcel, distancias, etcétera.

Como yo era arquitecta a veces se me hacían consultas específicas. Recuerdo por ejemplo que una idea era colocar una carga explosiva que por el tipo de pared nos hubiera matado a todas mas o menos… pero todas las compañeras aportaban y colaboraban.

Cuando se está planificando la fuga, se caracterizaba el momento como de reflujo y desmovilización. Los compañeros de dirección se reunían habitualmente con Tosco y según cuentan algunos fue un poco gracias al Gringo que se le da luz verde prioritaria a la fuga, porque en una de las reuniones pregunta si el partido no tenía algún plan en puerta que levantara el ánimo de las masas… “Métanle a esa” dicen que afirmó Tosco al conocer la idea. Eso seguro ayudó, claro, pero para la fuga se necesitó de una logística muy grande: se armaron piquetes y barricadas con camiones cruzados para interrumpir el tránsito y liberar la zona. Hay que pensar que la cárcel estaba a 1 cuadra de gendarmería, a 2 de Lacabanne, que era el interventor de la provincia nombrado por Perón, o sea, su hombre de confianza. También estaba la policía a 3 cuadras, en fin… la fuga se da en momentos incluso que Lacabanne brinda una conferencia de prensa y anuncia que “se había derrotado a la subversión”.

Los compañeros arrancan una reja con un camión y allí cerca nos esperaban autos que nos llevan a casas operativas por un tiempo. Luego volvemos a la militancia ya pasando a la clandestinidad. Esos fueron tiempos duros, de no poder ver a la familia, de represión en aumento… se empiezan a dar más desapariciones. Nosotros tenemos casos conocidos de al menos desde marzo de 19753.


Venceremos: ¿Qué implicancias políticas adquiere en aquel entonces la fuga?

 

M.C.S.: Primero que nada quiero decir que volver a la militancia fue lo mejor que nos pudo pasar a las que sobrevivimos. Después, que efectivamente eso fue un impulso y una alegría muy grande para una parte importante de Córdoba. Con el tiempo la fuga se convirtió en algo casi mítico en el que todo el mundo dice haber participado. Eso da una muestra de la apropiación y legitimidad que tenían estas acciones y las organizaciones políticas en el seno del pueblo.

 

Venceremos: ¿Por qué reivindicarla hoy y que enseñanzas puede dejar a las nuevas camadas militantes?

 

M.C.S.: Hoy tenemos cientos de invitaciones para compartir aquella experiencia en distintos espacios y organizaciones que nos invitan. Queremos unir lo que fue la cárcel en los 70 con lo que es hoy, porque muchos de los padecimientos son similares.

Yo reivindico toda mi militancia. Lo mejor que me pasó en la vida fue militar en el PRT, y compartir mi vida con Gustavo4. Creo que nunca hemos agradecido debidamente a todos los que de alguna u otra manera participaron o colaboraron en la fuga y es necesario decirles a todos ellos y ellas muchísimas gracias, gracias a toda esa gente, muchos desconocidos o anónimos para nosotras… A todos ellos, que sepan que fuimos consecuentes, que no fue en vano, y que seguimos en la lucha.

1Movimiento estudiantil universitario de raíz católica, ligado al peronismo

2Experiencia que surge desde lo que era la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Córdoba. Funcionó entre 1970 y 1976.

3Se refiere a María de kas Mercedes Gómez, “la Mechi”, compañera del “Vasco” Orzacoa, desaparecida el 21 de marzo de 1975. Cursaba un embarazo de 7 meses aprox.

4Se refiere a Gustavo Hugo García, militante y referente del PRT detenido-desaparecido en marzo de 1977

 

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