Este año electoral, la alianza de Cambiemos, intentará aprobar el proyecto del nuevo Régimen Penal Juvenil con el objetivo de bajar la edad de la imputabilidad y así conquistar los votos de quienes piden “mano dura”.

El gobierno de Cambiemos, que mediante sus fuerzas de seguridad mata a una persona cada 21 horas según datos publicados en el último archivo de CORREPI – en su mayoría pibxs pobres de nuestros barrios- intentará aprobar en el Congreso el Régimen Penal Juvenil. Ahora dice estar preocupado por:1) evitar la carrera delictiva; 2) resolver el limbo legal y la precariedad legislativa en la materia; y 3) tener menos delincuentes y menos presos.

Con este proyecto, el límite de 16 años se pasaría a los 15 para penar a lxs involucradxs en delitos graves. El proyecto fue retrucado por el  Frente Renovador de Sergio Massa que propone bajarla a los 14 años.

Según los índices oficiales, menos del 7 por ciento de los delitos son cometidos por menores de 16 años. En total son 1.300 pibxs lxs se hallan detenidxs en diferentes unidades, comisarías o institutos. Para revertir esta situación, el gobierno de Mauricio Macri considera que la solución sería bajar la edad de imputabilidad a los 15 años. Tomando los datos de UNICEF que registra 2.915 pibxs en programas llamados de “supervisión de territorio” son 871 lxs que están con absoluta privación de su libertad, mientras que 122 se hallan en libertad restringida.

Lo que no menciona este proyecto de ley es que 6,5 millones de las personas que busca condenar están en la pobreza estructural, es decir no tienen acceso a los derechos elementales. Estos niños y niñas son hijxs de familias golpeadas por el desempleo y tienen una niñez devaluada. Es prioridad devolver la infancia a los sectores desprotegidos, con una educación al alcance de todxs, con políticas públicas que atiendan todas sus necesidades.

 

Este proyecto de ley, orquestado con Macri y Bullrich a la cabeza, y avalado por los grandes medios de comunicación que refuerzan el discurso de “inseguridad”, nos impone un falso debate. Sabemos que mientras se mantenga el carácter clasista del sistema judicial y de todo el aparato estatal, los niñxs pobres seguirán muriendo también en los reformatorios. Y por supuesto, seguirán siendo niñxs pobres

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