Finalizaron las PASO en la Provincia de Santa Fe dejando algunas conclusiones provisorias de cara a las Generales.

En primer lugar se destaca el claro retroceso de la marca Cambiemos tanto para la Gobernación como para las intendencias de las principales ciudades. En la Provincia José Corral sacó un lejano tercer puesto por detrás del Frente Juntos (peronismo) y el Frente Progresistas Cívico y Social cerrando una elección muy por debajo de sus propias expectativas. Se abre una puerta a la especulación de cómo se tomarán estos resultados desde la óptica de las elecciones nacionales: ¿Seguirá el macrismo apostando al caballo perdedor o tomará la táctica que viene desplegando en otras elecciones de asumir como propia la victoria de fuerzas locales por fuera de la polarización en caso de que ésta se de en junio?

Por otro lado el Peronismo que presentaba la interna de Omar Perotti (Candidato de CFK con el apoyo del aparato histórico del PJ provincial) y María Eugenia Bielsa (sostenida más por el peso de su figura política y apellido) recuperó muchísimo terreno con respecto a elecciones anteriores colocándose a las puertas de disputar seriamente la provincia después de 12 años. Si bien el Frente Juntos fue la fuerza más votada todavía está por verse si Perotti logra conservar todos los votos de Bielsa y si Antonio Bonfatti -quien fue el candidato individual más votado- logra mejorar su piso a pesar del claro desgaste del Partido Socialista.

Párrafo aparte merecen los resultados para la Intendencia de Rosario donde se invierten los roles entre el peronismo -quien ostenta el candidato más votado individualmente- y el FPCyS que como sello se coloca en 1er lugar. Parece más claro aquí que los votos de la interna entre Verónica Irizar -con el aparato socialista detrás- y Pablo Javkin quedarán dentro del sello, claro que no sin reacomodamientos y serias luchas internas por los cargos en el contexto de una gestión claramente desgastada. Se repite la posición para Cambiemos que perdió mucho apoyo al candidato estrella Roy Lopez Molina realizando una elección menos deslumbrante que las anteriores.

Con todo podemos pensar que la polarización utilizada por las principales figuras políticas nacionales de la burguesía que tracciona el conocido “voto útil” en el caso de la Provincia se corre hacia una versión más complicada de “alianza K por derecha” y un “progresismo local” que viene apostando a la tercera vía en la figura de Lavagna. Lo cual deja atrás el tan agitado escenario de 3 tercios que muchos analistas venían esgrimiendo.

Amalia Granata logró más de 146 mil votos en las PASO. Sin embargo el partido Unite, cuyo apoderado es José Bonacci, histórico militante del Modin de Aldo Rico le retiró el apoyo previo a las elecciones. Esto genera preocupación en el movimiento de mujeres y disidencias. La política patriarcal va mucho más allá de la mediática: tres varones disputarán el 16 de junio la gobernación de Santa Fe. Si se toma las PASO como referencia, la disputa será entre Antonio Bonfatti, socialista, que ya fue gobernador, y Omar Perotti, peronista, senador, por haberse abstenido en la votación del proyecto de Interrupción Legal del Embarazo (ILE)

Con respecto a la intervención del Frente de Izquierda hay que reconocer el desafío para quienes construimos una opción de izquierda con verdadera independencia de clase y por un proyecto socialista de intervenir en un terreno dominado por los grandes aparatos de los partidos patronales, saturado de propuestas que van desde la centro izquierda al progresismo, con sus distintos grados de oportunismo y reformismo. En un clima complejo atravesado por la polarización nacional y la crisis económica. Por todo esto tenemos que destacar la inmensa tarea militante del FIT al participar de estas elecciones llevando las propuestas de la izquierda a miles de personas en toda la Provincia, en una campaña a pulmón y con el sistema electoral que pone mayores escollos a través del piso proscriptivo. Lamentablemente todos los esfuerzos no fueron suficientes para superar este último por lo que nos invita a pensar en qué caminos encontramos para ampliar y potenciar las fuerzas dentro del FIT, tarea que no sólo corre para el plano electoral sino también para unificar todas las luchas que lleva adelante nuestra clase con distintas herramientas y en distintos terrenos.

En definitiva más allá de lo que nos propongan quienes gobernaron siempre en favor de las grandes exportadoras y los bancos nosotrxs lxs trabajadorxs debemos continuar luchando en las calles para derrotar el ajuste de Macri y los gobernadores para defender nuestras conquistas y derechos y plantear una alternativa que rompa con el ciclo de dependencia y saqueo que sufre nuestro país. Para eso debemos empezar planteando el no pago de la deuda externa para que la salida de la crisis no sea más ajuste y sufrimiento para nuestro pueblo.

 

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