Compartimos algunas palabras de nuestra compañera Marianela “Pini” Navarro, referente del Frente de Organizaciones en Lucha – FOL- para reflexionar juntes sobre el 1ro. de mayo.
«En este nuevo aniversario del 1 de mayo la clase trabajadora argentina continúa resistiendo al plan de saqueo y ajuste del macrismo. Las condiciones sociales y económicas se han agravado. Uno de cada tres argentinos es pobre, existen miles de despidos en áreas del estado y zonas fabriles, de la mano de una pérdida total del poder adquisitivo, con una inflación equivalente a la que vivía el país en 1991, mientras que el hambre crece en los barrios populares. Los únicos que ganaron fueron los bancos, las transnacionales y el empresariado, que han colocado a la nación al borde del colapso social, con mayor exclusión y aumento de la miseria de millones de familias trabajadoras.
Los organismos internacionales de crédito, el FMI, son los que mantienen las riendas de la economía nacional, con una deuda externa equivalente casi a un PBI entero. De este modo se perpetuán las calamidades para las mayorías populares. Esta situación de crisis, ha contado con la complicidad del resto de los sectores patronales y la actitud conciliadora de la CGT quien ha garantizado la paz social y la indiferencia ante el tremendo atropello que vivimos como clase.
Frente a la avanzada derechista, defendemos con criterio la más amplia unidad de acción de los que luchan para frenar la ofensiva, una ofensiva que se despliega en todo los planos, el económico, el político, el social y el ideológico. Esto supone también que al tiempo que desarrollamos iniciativas unitarias en las calles con todos los sectores que luchan, trabajamos por una perspectiva de izquierda anticapitalista, desde sindicalismo clasista ejemplificado en nuestra historia en la enorme figura de Agustín tosco.
Porque nuestra larga experiencia no indica que en la medida que no se afecte la tasa de ganancia de los empresarios, en la medida que no se ponga en discusión la distribución de la riqueza, en la medida que no sean lxs trabajadores los que gobiernen, no habrá futuro para nuestra patria.
La desocupación va en aumento, así como la precarización laboral. Los movimientos sociales, nos mantenemos en pie de lucha, para defender el salario, para defender a los sectores más humildes del mismo modo que lo venimos haciendo desde mediados de los noventa.
Desde nuestro puesto de lucha, alentamos a la organización popular, alentamos a la confiar en la propia fuerza. Pero fundamentalmente alentamos en confiar en que solo las y los de abajo podemos cambiar nuestro destino bajo un programa político de acción.»
