Surcado por las internas en la alianza gobernante por el impacto de la crisis económica, el oficialismo macrista anunciará una serie medidas que le permitan llegar hasta las elecciones. Un panorama incierto en el horizonte.

La profundización de la caída económica junto al alza inflacionaria que aparece imparable y la presión sobre el dólar ahondan la caída de Macri en todas las encuestas y, además, apuntalan la intención de voto a CFK a pesar de la batería de iniciativas judiciales en su contra. El macrismo vive una tensión que va acumulando en una potencial crisis con los escándalo que involucra a D’Alession y a la AFI en tareas de espionaje ilegal.

En las elecciones provinciales realizadas hasta el momento, el kirchnerismo no alcanzó que había anhelado el triunfo pero más lejos se ubicó aún Cambiemos con el tercer lugar en Neuquen, Río Negro y Chubut. En las próximas elecciones en Santa Fe y Cordóba también se impondrían los oficialismo provinciales y, en ambos casos, el kirchnerismo optó por correr detrás del PJ.

En ese contexto se dispararon nuevamente las tensiones entre el ala encabezada por Marcos Peña y Durán Barba, por un lado, y la UCR junto a Vidal y Larreta por el otro, que reclamaban una serie de medidas para atenuar el impacto de la crisis sobre la población. El propio ministro de producción Dante Sica puso su renuncia a disposición ante la negativa a resolver algunos puntos minimos que permitan un poco de oxigeno antes del test electoral.

Finalmente el gobierno anunciará un acuerdo de precios (limitada a una canasta de 40 productos) y una «suavización» de los tarifazos durante los próximos meses junto a una linea de créditos para jubiladxs y beneficiarxs de planes sociales que tendrá una tasa de interes del 50%, una cifra usuraria e imposible de pagar para cualquierx trabajadorx. Con estas medidas se busca paliar la caída estrepitosa del consumo.

El presidente también comienza a morderse la cola resultado de sus propias políticas de ajuste. Inesperadamente para sus cálculos del déficit cero, por una caída en la recaudación, registraron un déficit de 0,8% que el FMI sugirió corregir con un aumento del IVA, el impuesto al consumo más regresivo posible. El organismo multilateral aprovechó estos días para ratificar en boca de sus máximos funcionarios el plan de shock aplicado para Argentina y advirtió a todxs lxs candidatxs a comprometerse con su continuidad luego de octubre.

Como parte del operativo para garantizarse la reelección, el gobierno publicó un decreto que prohíbe las llamadas colectoras, es decir, la posibilidad de que varias listas adhieran a un mismx candidatx. Este fue un pedido directo de María Eugenia Vidal para impedir que el peronismo acuerde un candidatx común para la gobernación más allá de las disputas en el orden presidencial. El PJ anticipó que pedirá la nulidad del decreto por anticonstitucional, pero más allá de ese resultado, todavía debe verse cuáles son las posibilidades reales de acuerdo entre los distintos sectores.

La última novedad en el rearmado peronista fue el encuentro entre Massa, Urtubey y Pichetto con Marcelo Tinelli en una cena promovida por los empresarios Daniel Vila y Sebastián Ezkenazi. El gran ausente del encuentro fue Roberto Lavagna, quien parece rehusarse a un acuerdo con el Peronismo Federal e inclinarse al Partido Socialista y al radicalismo disidente. El programa de todos los candidatos, por otra parte, tienen la misma agenda que reclama el imperialismo y la burguesía, empezando por una nueva reforma previsional y laboral que avance contra los derechos de lxs trabajadorxs. A su vez, la expresidenta continua sin definir cuál será jugada a pesar de liderar todas las encuestas pero las señales en las provincias tienden a buscar un acuerdo por todas las vías.

En este cuadro de disputas abiertas por arriba y luego de la movilización del 4 de abril, el Frente Sindical por el Modelo Nacional líderado por Hugo Moyano tomó la iniciativa y convocó a un paro junto a las CTA para el 30 de abril sin el respaldo de la CGT, mientras que la CATT que nuclea a los gremios del transporte realizará su propia medida…el 1ero de Mayo.

La convocatoria del FSMN junto con un otro aniversario del 1ero de Mayo, día internacional de lxs trabajadorxs, serán nuevas jornadas para ganar la calle y poner en agenda las necesidades de la clase trabajadora contra el ajuste y la represión apuntando a lograr la mayor unidad en las calles. En paralelo, la izquierda sigue teniendo la imperiosa necesidad de tomar una iniciativa política unitaria. En las elecciones provinciales realizadas hasta ahora, el FIT se mantiene como la lista más votada pero la presentación de varias listas de la izquierda atenta contra una mejor votación que posicione un programa de alternativa. Una acción política común y la unidad en las elecciones podría aprovechar al máximo la división que reina en el campo de los partidos patronales opositores y darle fuerza a un polo de independencia de clase que pueda atraer a sectores más amplios de nuestra clase.

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