A vencer diciembre//Géneros

El 25 de noviembre salimos a las calles para conmemorar el Día Internacional de Lucha contra la Violencia Hacia las Mujeres y Disidencias. Una fecha en la que se conmemora el aniversario del asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) ultimadas en República Dominicana por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo. Esa fue la fecha elegida por el Tribunal Oral Criminal N°1 de Mar del Plata para dar a conocer el fallo que absolvió a los tres imputados por el abuso sexual seguido del femicidio de Lucía Pérez, y sólo condenó a dos por tenencia y comercialización de estupefacientes. Un fallo aberrante que una vez más culpabiliza a la víctima, pretendiendo con eso disciplinar al conjunto del movimiento de mujeres y disidencias

Lucia, de 16 años, el 8 de octubre de 2016 fue violentada y asesinada por ser mujer, en una expresión visible y fuertísima de violencia machista y pa¬triarcal. Murió de dolor a manos de tres bestias: Farias, Offidani y Maciel, hijos del patriarcado, que otros tres los absol¬vieron (Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale). A un mes de comenzar el juicio, el caso de Lucía quedó sin justi¬cia, quedó sin culpables. Una vez más, el sistema judicial, que de justicia no tiene nada, evidencia su constitución patriar¬cal y machista: nuevamente pone en el centro del análisis las actitudes, perso¬nalidad, forma de vestir o consumo de drogas de la víctima. A pesar de que uno de los asesinos -que vendía drogas en la puerta de un colegio- admitió que esta¬ba teniendo sexo violento con una ado¬lescente de 16 años, la juzgada fue Lucía por un tribunal misógino y patriarcal que se tomó el atrevimiento de una vez más condenar a la víctima.

216 femicidios en lo que va de 2018

El caso de Lucía, que desató el paro de mujeres y el “miercoles negro” en oc¬tubre de 2016, no es lamentablemete una excepción. Las cifras son alarmantes, nos están matando por ser mujeres, por ser disidencias. De enero a noviembre se re-gistraron en nuestro país 216 femicidios que en el 93% de los casos fueron cometi¬dos por personas del círculo íntimo de la víctima según el Registro Nacional de Fe¬micidios que varias organizaciones femi¬nistas viene realizando. Actualmente una mujer muere cada 32 horas a manos de este sistema patriarcal de muerte y odio.
Según los registros de organizacio¬nes sociales y feministas en Argentina se reciben alrededor de 640 denuncias por violencia al día y la mayoría de las mu¬jeres asesinadas son jóvenes de entre de entre 15 y 30 años. Sin embargo, desde el Gobierno de Mauricio Macri con la com¬plicidad de todos los bloques políticos, se recorta el presupuesto destinado a pre-venir y asistir a mujeres en situación de violencia machista: $11,36 por mujer es el monto anual que el gobierno destina dar respuesta a la violencia machista que su¬frimos las mujeres y colectivos disidentes a diario.
En la misma semana del 25 de noviem¬bre se hizo público un informe del Ministe¬rio Público Fiscal y elaborado por la Direc-ción General de Políticas de Género, donde se hace explícito que un 72 % de las causas generadas a partir de la oficina de violen¬cia doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia culminaron con un sobreseimien¬to de la causa o fueron archivadas.
Por ello, como lo señaláramos de cara a la marcha del 25/11, exigimos nueva¬mente la inmediata implementación de la Ley 26.485 de prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las Mujeres y Disidencias, la declaración de la emergencia nacional en cuestiones de género y el acceso efectivo a la justicia de todas las mujeres y colectivos disidentes en situación de violencia.

¡Lucía Pérez: fue un FEMICIDIO!

El fallo del caso de Lucía es tan es¬candaloso que especialistas en violencia de género de la Organización de Estados Americanos (OEA) hicieron un duro lla¬mamiento a la Corte Suprema. El Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimien¬to de la Convención de Belém do Pará (co¬nocido por su sigla, Mesecvi)1 le envió una carta al máximo tribunal, en la que le ex-presó su preocupación por la sentencia y le señaló que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ratificó en distintos casos que el uso de los estereotipos de gé¬nero en la actuación de los operadores de justicia representa “una clara violación a los derechos humanos de las mujeres”, entre los que se encuentran el derecho a vivir libre de violencia y el derecho a la justicia y a los recursos judiciales.
Además, el Comité exhortó a los su¬premos a rectificar la resolución judicial y a tomar “todas las medidas necesarias para proporcionar un efectivo acceso a la justicia para los familiares de Lucía y para todas las mujeres víctimas y so¬brevivientes de violencia, aplicando la normativa internacional de derechos hu¬manos de las mujeres, especialmente los emanados de la Convención de Belém do Pará, las recomendaciones del Comité de Expertas y la demás legislación interna¬cional en materia de derechos humanos de las mujeres y las niñas”2.
El Comité de Expertas del Mecsevi se¬ñaló además que los criterios que fueron aplicados en la sentencia “construyen en la sociedad un mensaje de tolerancia hacia la violencia contra las mujeres y reflejan claros estereotipos de género uti¬lizados para decidir el caso”. El Comité re¬cordó que el artículo 7 de la Convención de Belém do Pará establece que los Estados parte deben actuar con la debida diligen¬cia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer y tomar to¬das las medidas apropiadas, incluyendo de tipo legislativo, para modificar o abolir leyes y reglamentos vigentes, o para mo¬dificar prácticas jurídicas o consuetudi¬narias que respalden la persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer. El artículo 8 establece que los Estados de¬ben fomentar la educación y capacitación del personal en la administración de jus¬ticia, policial y demás funcionarios.

Las mujeres y disidencias paramos
Ante esta situación, no nos quedamos tranquilas esperando una resolución ju¬dicial. Desde la noticia del fallo, rápida¬mente el conjunto de organizaciones que conformamos el movimiento de mujeres y disidencias organizamos una enorme asamblea para llamar a un gran paro de mujeres.
Porque nos siguen matando, porque la justicia parece no existir para noso¬tres, pese a los esfuerzos que hacemos a diario, codo a codo, mujeres y disiden¬cias para visibilizar nuestra lucha, por¬que no estamos dispuestas a seguir so¬portando esta violencia y esta injusticia, las mujeres y disidencias PARAMOS y nos movilizamos.
Además de la asamblea en Buenos Ai¬res, al cierre de esta edición se realizaban asambleas en La Plata, en Córdoba, en Chaco, en Neuquén, en Baradero, en Mar del Plata, incluso en Roma, en Barcelona, en Madrid y en Nueva York.
Como mujeres y disidencias trabaja¬doras, ponemos en marcha con el paro como herramienta de lucha feminista en articulación con las luchas sindicales de nuestra clase.
No nos detendremos, no nos van a derrotar. Seguiremos dando batalla contra este sistema patriarcal y capitalista, que no soporta vernos juntas, empoderadas y organizadas. Por las hermanas Mirabal, por Lucía y por nosotras, seguimos escribiendo la historia de un feminismo que se planta para que el patriarcado se caiga, de una vez y para siempre.

¡Este miércoles 5 de diciembre en todo el país salimos a las calles!

 

1. El Comité es el organismo de aplicación y seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violen¬cia contra la Mujer, tiene rango constitucional y se encarga de monitorear su cumplimiento por parte de los Estados. Está conformado por exper-tas independientes, designadas por los países miembros.
2. Citado en Página 12, La OEA critica el fa¬llo Duro llamamiento a la Corte Suprema por el caso de Lucía Pérez, por Mariana Carbajal, 02/12/18.

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