A vencer diciembre//antirrepresivo

*Por María del Carmen Verdú

En las semanas previas a la cumbre del G20, el gobierno de Cambiemos lanzó una renovada campaña represiva que intentó poner freno a las luchas y protestas. Con nuevas causas judiciales o reactivación de antiguas, detenciones, allanamientos, un discurso amenazante y un festival de “noticias” intimidatorias buscó instalar un clima de terror que paralizara la movilización popular.

En los días previos a la cumbre del G20 en la ciudad de Buenos Aires, en un marco de crecientes luchas populares a lo largo y ancho del país, el gobierno dio una nueva vuelta de tuerca a su engranaje represivo, con el acompañamiento fundamental del aparato de medios de comunicación hegemónicos.
Aprovechando los hechos ocurridos frente a la tumba del asesino de obreros Ramón L. Falcón y en el domicilio del juez federal Claudio Bonadío, desataron la persecución contra el movimiento anarquista, con allanamientos al por mayor en domicilios particulares y sociales, como el Ateneo Anarquista de Constitución y el Club Social y Deportivo La Cultura del Barrio de Villa Crespo. Más de una docena de personas fueron detenidas y mostradas en las primeras planas de Clarín y otros medios de su mismo palo, con titulares que alertaban sobre el “terrorismo anarquista”.
Casi al mismo tiempo, el juez federal Sebastián Ramos desempolvó una causa que venía dando vueltas sin mayor trámite desde el mes de enero, cuando el presidente de la DAIA denunció que habían recibido un mail anónimo que alertaba sobre “guerrilleros entrenados por Hezbollah y armados con fusiles AK47” en el barrio de Floresta. Después de 10
meses, se ordenó el allanamiento de una casa de familia en la calle Chivilcoy al 400, en la esquina de la comisaría de la Comuna 10. En el fondo de un placard, encontraron un paquete con un rifle de aire comprimido, un fusil Mauser de 1931 y un par de armas cortas igual de viejas, de propiedad del abuelo del dueño de casa. A pesar de la exhibición de la documentación legal y la comprobación de que eran objetos dignos de un museo, los dos bisnietos, Axel y Gamal Salomón, de 25 y 23 años, terminaron presos. En las indagatorias se les atribuyó sólo un delito, el de tenencia de esas armas vetustas, lo que no impidió que, de nuevo, los titulares de los diarios del sistema hablaran de más terrorismo, aunque esta vez, islámico.
A pesar que ambos acreditaron que sus viajes al Líbano fueron por estudios y para visitar familiares, como es frecuente que hagan los descendientes de migrantes, y probaron que uno trabaja en ICANA, el Instituto Cultural Argentino Norteamericano, y el otro en el almacén de productos de limpieza de su padre, siguen detenidos al cierre de esta edición, mientras el juez indaga si concurrían a gimnasios para “entrenarse”. La redoblona
vino desde otro juzgado federal, el de Lomas de Zamora, que a las 48 horas allanó el departamento de un primo de los Salomón, a partir de escuchas telefónicas, horas después de las detenciones, cuando el nuevo allanado, que estaba con
sus tíos, pidió desde su celular un kilo de helado y dio el domicilio de la calle Chivilcoy y el nombre de referencia de la hija de Axel, que se llama Laila (claro indicio de criminalidad musulmana).
Después, nos bombardearon varios días con la súbita y repetida aparición de “paquetes sospechosos” que resultaron ser un televisor destartalado, una bolsa de compras con sábanas y otra con un pollo crudo, lo que motivó grandes operativos para detonar semejantes “bombas”.  Se terminó de enrarecer el clima previo al G20 con infinidad de audios y posteos de dudoso origen anunciando catástrofes múltiples para quienes nos
atreviéramos a salir a la calle a protestar, y anuncios de suspensión de licencias en hospitales públicos y postergación de cirugías programadas.
Entre una y otra cosa, la represión cotidiana se incrementó, con episodios como el ataque a la movilización en Bariloche al año del fusilamiento de Rafael Nahuel, con diez compañerxs detenidos, entre ellos tres niñxs y varios familiares de Rafita, acusados por lesiones, atentado a la autoridad y daños; la detención del referente de la organización territorial René Salamanca durante una movilización al ministerio de Desarrollo Social de CABA y la detención de dos militantes del FOL y Venceremos en Rosario, acusados de hacer una pintada contra el G20.
El escenario se completó con la infaltable declaración de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que así como hace unas semanas nos decía que éste es un “país libre” y por lo tanto “el que quiera andar armado, que se arme”, ahora nos disparó amenazante: “Usen el fin de semana largo para irse, porque la Ciudad va a estar muy complicada. Váyanse desde
el jueves. Va a haber muchos lugares cerrados y las medidas de seguridad van a
ser inmediatas“. Además, el gobierno usó la reunión del G20 para avanzar con la aplicación de la “Doctrina Chocobar”: dos días antes de la cumbre, la ministra Bullrich firmó una resolución que habilita a las fuerzas de seguridad a disparar sobre personas “en situación de fuga” o desarmadas, lo que significa la legalización lisa y llana de los fusilamientos policiales.
Frente a estas operaciones del gobierno, que buscaron aterrorizar a la población y demonizar colectivos y comunidades enteras para desmovilizar al campo popular y vaciar las calles para que pudieran hacer su juntada con los principales jefes capitalistas del mundo con tranquilidad, ratificamos la plena solidaridad con quienes están siendo perseguidxs y estigmatizadxs. Como lo demostramos con la enorme movilización
que realizamos el pasado viernes 30/11, en una ciudad sitiada por las fuerzas represivas y con detenciones desde la mañana, como la sufrida por los compañeros del PTS con la excusa inviable de “portación de handys” y la imputación del delito de “traición a la Patria”, estuvimos y vamos a seguir estando en las calles, para denunciar el estado de excepción que nos quieren imponer, para enfrentar con protagonismo popular el ajuste, la entrega y la represión, por la libertad de lxs compañerxs y contra el plan de Macri y el FMI.
Las calles son nuestras.

ABAJO EL ACUERDO MACRI – FMI
POR EL NO PAGO DE LADEUDA EXTERNA
NO AL AJUSTE, LA ENTREGA Y LA REPRESIÓN

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí