//A vencer diciembre//Sindical

El contexto de los últimos años estuvo signado por una profunda ofensiva del gobierno sobre el conjunto del pueblo trabajador y, en particular, por un ensañamiento y estigmatización contra las y los trabajadores del Estado. Ante ello, la organización sindical mostró su fortaleza y relevancia ya que el ataque patronal no pudo avanzar de igual manera donde las y los trabajadores estaban organizados. Dentro de esa resistencia general el modelo sindical con el que se organizó cada junta interna y sector de trabajo dentro de ATE marcó la diferencia. La participación colectiva, la pluralidad de voces, la independencia política y la resistencia contra los despidos y el vaciamiento del estado pudieron ser garantizadas a través de un modelo sindical democrático, feminista y de lucha.

Un Estado (PRO) gerencial

Desde que Cambiemos asumió el Gobierno Nacional la ofensiva contra el conjunto del pueblo trabajador no se hizo esperar. El gobierno se empeñó en seguir su hoja de ruta a rajatabla y cada acción estuvo orientada a perseguir su cometido: favorecer a los sectores concentrados de la economía (es decir favorecerse a ellos mismo) en detrimento de las y los trabajadores y sectores populares. El presupuesto de ajuste del 2019, hecho a pedido y medida del FMI, buscará profundizar ese camino.

Las y los trabajadores del Estado vivimos -y padecemos- bien de cerca las políticas llevadas adelante por el gobierno de CEOS que, al hacerse con las riendas del Estado, buscó imprimir una lógica gerencial a las políticas públicas y de empleo. La degradación de los Ministerios de Trabajo, Cultura, y Salud a secretarías de Estado son un claro ejemplo de cómo el actual gobierno concibe a los derechos – y al trabajo- como mercancía y al mercado como el garante de la distribución de bienes. La resistencia por parte de las y los estatales a las políticas impulsadas por Cambiemos y sus aliados, se desplegó en un doble movimiento simultáneo y complementario: defender los puestos de trabajo y a la vez defender y disputar el sentido de las políticas públicas. La consigna elaborada por la Junta Interna de ATE en el Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social “Soy estatal, mi trabajo son tus derechos” sintetiza con precisión la importancia de defender los puestos de trabajo y al mismo tiempo vincular esa lucha con el sostenimiento de políticas públicas como condición de posibilidad para que el Estado cumpla su rol como garante de derechos. De igual manera la Junta Interna de ATE Promoción Social, que viene padeciendo -y organizándose contra- la gestión del PRO desde el 2007 en la Ciudad de Buenos Aires, pudo reflejar con claridad lo que implica la degradación del trabajo en la estructura del Estado y sus efectos concretos a través de la consigna “con trabajadoras y trabajadores precarizados, las políticas públicas son precarizadas”.

La experiencia adquirida al calor de la organización contra la avanzada del macrismo en el mismo corazón del Estado nos enseñó que los conflictos que la gestión desarrolla buscan extenderse en el tiempo apostando al desgaste que eso implica. Y que donde hubo persistencia de la organización sindical para evitar retrocesos, el gobierno no pudo avanzar como pretendía. Las estrategias patronales se apoyaron en el divisionismo imperante en las conducciones de ATE y el colaboracionismo de UPCN/SUTECBA. También jugó un papel preponderante la deslegitimación de las y los trabajadores para aislar los reclamos. Donde la resistencia no pudo ser sostenida, la base social de apoyo limitada, donde los procesos fueron dirigidos -y cerrados- “desde arriba”, la pérdida de puestos de trabajo y la reconversión de la política pública fue inevitable.

Un modelo sindical a profundizar y multiplicar

Como toda herramienta -la organización sindical- puede tener múltiples formas y propósitos. Por ello resulta necesario pensar cuáles son los objetivos principales que pretendemos para un sindicato, y sus juntas internas, para ver qué principios éticos, políticos y metodológicos resultan los más coherentes para tales fines. Desde Venceremos, entendemos que las herramientas sindicales deben ser instancias donde las y los trabajadores se organicen con el fin de luchar por todos sus derechos laborales y económicos y, en ese camino, poder realizar una experiencia de politización y toma de conciencia para avanzar contra todo tipo de opresión y explotación. Para ello apostamos a la democracia de base y al método asambleario como la forma de alojar a las múltiples voces e identidades políticas que existen en cada lugar de trabajo y, desde allí, construir de manera colectiva la agenda de reivindicaciones y acciones para disputar contra los intereses patronales que, en el caso de las y los estatales, es el Estado gerencial del PRO. De esa manera es como las y los trabajadores construimos poder en nuestros lugares de trabajo, tomando las riendas de la historia en nuestras propias manos y avanzando hacia la conquista de los derechos que nos son negados.

El modelo sindical que proponemos no se limita solamente a una metodología de trabajo, sino que parte de los principios de independencia y autonomía política de las conducciones burocráticas y de los partidos políticos patronales, para que los intereses del conjunto de las y los trabajadores estén siempre por encima de cualquier otro interés. Y apostamos a la lucha y acciones directas como la herramienta histórica con la que la clase trabajadora pudo avanzar en la conquista y defensa de sus derechos. A la vez, concebimos que el modelo sindical tiene que ser solidario y feminista para visibilizar las desigualdades y opresiones que sufren nuestras compañeras e identidades disidentes en el ámbito laboral, político y sindical, con la convicción de que todas y todos debemos gozar de los mismos derechos y oportunidades. Para ello resulta indispensable transformar las prácticas machistas y patriarcales instituidas en cada organización y aprehendidas por cada compañera y compañero, para dar lugar a otras relaciones humanas y soñar con “un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” con la condición de luchar por esos sueños.

Éste modelo sindical no es patrimonio de ninguna organización en particular sino que expresa la síntesis de décadas de organización de nuestro pueblo trabajador. Desde Venceremos venimos apostando a reagrupar a las organizaciones hermanas y activistas independientes con los que compartimos los principios éticos políticos y metodológicos del modelo sindical y que intervienen y construyen dentro de ATE. Desde allí es que aportamos a la construcción y crecimiento de la Agrupación ATE Desde Abajo.

Si gana el modelo sindical democrático, feminista y de lucha, ganan las y los trabajadores

En diciembre se desarrollan elecciones en Juntas Internas que dentro de ATE Capital (CABA) vienen demostrando que un modelo sindical alternativo a las conducciones hegemónicas del gremio es posible y necesario. Las Juntas Internas de Trabajo y Promoción Social han puesto a prueba el modelo sindical y han evidenciado que la metodología y principios que sostienen son efectivos para luchar en unidad contra los despidos y la precarización laboral, contra el divisionismo y la fragmentación de las luchas, contra el vaciamiento y reconvención de las políticas públicas, contra las prácticas machistas y violencias de género. Por eso desde Venceremos apostamos al triunfo electoral de la Lista Blanca y Negra en Trabajo y la Lista Roja y Plateada en Promoción Social, al mismo tiempo que apuntalamos el avance de distintas experiencias que compañeras y compañeros vienen desarrollando en sus sectores de trabajo para que gane el modelo sindical democrático, feminista y de lucha.

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