El domingo 28 de octubre se realizarán las elecciones en Brasil y todas las encuestas señalan una amplia diferencia a favor de Jair Bolsonaro.

Como es sabido el domingo 8 de octubre pasado, se realizaron elecciones generales en Brasil. El resultado final fue de un 46,03% para el capitán retirado Jair Bolsonaro, 29,28% para el candidato del PT, Fernando Haddad y 12,47% para Ciro Gomez. El resto de los candidatos y candidatas sacaron desde un 4,7% hasta algunos pocos decimales.

Jair Messias Bolsonaro, ex capitán del ejército es político profesional desde 1989 cuando asumió como concejal en Rio de Janeiro. Luego de transitar por ocho partidos diferentes, en la actualidad milita en las filas del Partido Social Liberal. En el 2016 abrazó la fe evangélica para sumar de esa forma a los fieles de esa religión que se calcula abarca al 20% de la sociedad brasilera.

Probablemente a esta altura ya no quede mucho para agregar sobre las opiniones nefastas de Bolsonaro. En las últimas semanas se han llenado las redes de información sobre sus declaraciones misóginas, homofóbicas, racistas, a favor de la dictadura, la tortura y la represión. Que una opción política de extrema derecha llegue al poder a través de las elecciones, a décadas de las ultimas dictaduras militares, debe alertar a toda América Latina.

Geopolítica, imperialismo y mercados financieros

A nivel geopolítico, Bolsonaro ha manifestado su adhesión a la gestión de Donald Trump y a la idea de “América para los americanos” cuestionando la influencia en la región de China, hoy principal rival económico de Estados Unidos. Al igual que Duque en Colombia, fue Venezuela uno de los focos centrales de su campaña. Asediada por la guerra económica y golpeada por los grandes medios de comunicación, Bolsonaro se sumó a los derechistas del continente al convertir a Venezuela en el destino a evitar, argumentando (sin elementos) que ese sería el camino en caso de que ganara el candidato del PT. Por lo tanto, su rol a nivel internacional y latinoamericano es muy claro: alineamiento incondicional con los EEUU (en detrimento de China en lo económico) y combatir a la Venezuela chavista.

Los mercados financieros se han expresado exultantes por los resultados electorales en Brasil y han subido los principales bonos brasileros, como es el caso del Bovespa. El futuro ministro de economía de Bolsonaro, en caso de que gane las elecciones, Pablo Guedes ya ha señalado los principales objetivos económicos de su gestión: bajar la deuda pública vía privatizaciones y concesiones al sector privado, reducir el déficit fiscal atacando el sistema jubilatorio y ajustando el Estado.

Luego de la victoria del domingo 8 de octubre, Bolsonaro publicó un video en internet donde, entre otras promesas, afirma que va a terminar con el activismo en Brasil. Quienes lo apoyan ya se sienten entusiasmados y con vía libre para salir a golpear, perseguir y matar activistas. Un conjunto de organizaciones populares han armado un mapa de la violencia política de extrema derecha en Brasil que lleva contabilizados 71 casos en los cuales seguidores de Bolsonaro atacaron y persiguieron militantes, identidades disidentes y a cualquier tipo de expresión a favor de la democracia. Entre los casos más graves se registran el asesinato de Romoaldo Rosário da Costa en Salvador de Bahía, Mestre Moa, cometido por un simpatizante de Bolsonaro y el caso de una mujer a quien secuestraron en Porto Alegre y le grabaron una esvástica en el cuerpo.

Si son capaces de cometer estas acciones en este contexto no es difícil imaginar hasta donde llegarán en caso de ganar las elecciones. Las libertades democráticas están al borde del abismo en Brasil…

Frenar el fascismo, defender las libertades democráticas y profundizar la movilización y organización popular

“En fin, hay que poner a punto rápidamente un conjunto práctico de medidas, no con el fin de «desenmascarar» a la socialdemocracia (ante los comunistas), sino con el objetivo de luchar efectivamente contra el fascismo.” Por un frente único obrero contra el fascismo. León Trotsky.1931

En el ballotage Fernando Haddad y la coalición que lo acompaña tienen la difícil tarea de revertir las proyecciones de las encuestas que dan por ganador a Bolsonaro por más de diez puntos. Haddad deberá convocar y trabajar sobre el 27% de votantes. Desde nuestro rincón de Nuestra América, vemos el peligro inmenso del triunfo electoral del fascismo en la primera economía del subcontinente y principal socio comercial del país. Su triunfo implicaría la consolidación de un escenario completamente antagónico con los intereses de las mayorías para desenvolver la lucha social y política. Por supuesto, no nos hacemos ilusiones respecto de la política que llevaría adelante un eventual gobierno de Haddad. Sin embargo, es necesario votar a Haddad para decir NO PASARÁN. Sabiendo que la lucha contra el fascismo requiere no sólo de un triunfo electoral sino de la movilización masiva como la protagonizada por #EleNão.

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