En un contexto de escalada de despidos, de destrucción de áreas completas del estado y agravamiento de las condiciones de vida del conjunto de la clase trabajadora, la CGT convocó a un paro para un lejanísimo 25 de septiembre. La multisectorial 21F llamó a parar 36 horas desde las 12hs del 24 con movilización. Los movimientos sociales inician en la primera semana de septiembre un plan de lucha que culminará con cortes de ruta y una participación activa el 25. La necesidad de adelantar el paro, hacerlo activo y desarrollar un plan de lucha que le dé continuidad hasta derrotar la ofensiva.

La situación laboral en picada

El deterioro creciente de la economía ha hecho escalar la oleada de despidos. En coherencia con el plan de reformas estructurales neoliberales, ante la ausencia de un Plan B, lo que resta es apretar el acelerador hasta que el pueblo aguante. Las similitudes con la nefasta década de 1990 no son mera coincidencia.

Los y las despedidas en Télam siguen resistiendo el embate contra sus puestos de trabajo y contra la destrucción de la agencia nacional de noticias. La indicación de “dinamitar” el Astillero Río Santiago replicó la política de vaciamiento de una industria estratégica para el país y que es un verdadero polo en la zona de La Plata – Berisso – Ensenada. La resistencia de cientos de laburantes fue enfrentada con la represión en una verdadera lógica de hierro: ajuste y represión van de la mano.

Los 600 despidos en el hasta hace días Ministerio de Agroindustria supone la desaparición de la Secretaría de Agricultura Familiar a la que pertenecían cerca de 450 trabajadores y trabajadoras del área. Esto muestra a las claras que “el campo” no incluye a sus sectores postergados. También aquí la respuesta fue la represión con un fuerte operativo.

Los y las tareferas de Misiones estuvieron tres días en el hoy extinto Ministerio de Trabajo. Las condiciones de explotación que denuncian no recibieron ninguna solución. Nuevamente, el operativo policial fue enorme y buscó impedir que acamparan quienes reclamaban una suba de los miserables $0,90 por kilo de yerba que pagan las empresas molineras.

Las universidades están sometidas a un desfinanciamiento y sus docentes ya llevan más de un mes de huelgas y medidas de lucha, en el marco de la decisión de desmantelar todo el sistema público de ciencia e investigación. La reciente desaparición del ministerio del área no hace más que coronar una política que viene dejando fuera del sistema a cientos de investigadores/as. La enorme movilización del 30 de agosto no careció de detenidos al final y, de todos modos, a pesar de los cientos de miles en todo el país, el gobierno levantó la reunión paritaria al día siguiente.

Los despidos en el sector privado también se multiplican y no pasa día en que no se conozca la noticia de empresas, sucursales y talleres que dejan a decenas de laburantes sin sustento.

Una CGT experta en transar

En este marco de grave emergencia, la CGT se ve obligada a salir de su letargo si pretende seguir presentándose como representante de la clase obrera. Luego de haber pospuesto la discusión y la elección de una nueva conducción de la central obrera que pusiera fin a la era del Triunvirato que tanta tregua le dio al gobierno de Cambiemos, la CGT se mueve entre la presión que provoca el deterioro económico y social de las y los trabajadores y la defensa de la institucionalidad, incluida la suya propia. Además de la tregua ofrecida al gobierno, la CGT se reunió con el representante del FMI Roberto Cardarelli y le expresó su “preocupación”. El lunes 3 de septiembre, mientras el gobierno anunciaba la desaparición del Ministerio de Trabajo y la agudización del ajuste, Gerardo Martínez, dirigente de la UOCRA, ex espía del Batallón 601 y oficialista de todos los gobiernos, participando de Labour 20 el grupo de trabajo del G20 sobre trabajo, declaró: “El G20 es una gran oportunidad para el país de enriquecer el debate y generar en la agenda la oportunidad de discutir temas fundamentales para lograr mayor igualdad y justicia”.

El descontento que crece entre importantes sectores populares y la clase trabajadora obligó a la CGT a anunciar el 29 de agosto un paro de 24hs para el 25 de septiembre. Aclaró que será “sin movilización” y Héctor Daer se atrevió a deslizar que el mismo formará parte del plan de lucha que está llevando adelante la central. Schmid señaló que ante la rebaja del Ministerio de Trabajo a Secretaría y la agudización de la crisis no descartan que se adelante el paro y multipliquen las medidas de fuerza.

¿Hay 2019?

Los Moyano, luego de haberse retirado de la conducción de la central que insiste en mantener la tregua, junto a la multisectorial del 21F incluyendo a la CTA de los Trabajadores y a Micheli, convocaron a un paro de 36 horas que iniciaría el mediodía del lunes 24. Ya a fines de agosto, Moyano dijo que la devaluación podía llevar a adelantar la medida. El líder camionero se reunió con intendentes del PJ bonaerense junto a otros dirigentes gremiales (Plaini, Pignanelli, Furlán) en un proceso con clara perspectiva de sentar bases para las próximas elecciones. Moyano está en un proceso de construcción que implica la demarcación del gobierno y de la conducción oficial de la CGT, sobre quien dijo que “padece síndrome de Estocolomo” en referencia a la reunión que mantuvieron con el FMI y a la tregua con el gobierno. En un escenario muy dinámico, si bien este sector apuesta al 2019, hay un reconocimiento de que los tiempos se acortan.

El protagonismo de las y los precarizados

En una declaración conjunta, los movimientos sociales encabezados por la CTEP, la CCC, Barrios de Pie, el Frente de Organizaciones en Lucha y el Frente Popular Darío Santillán informaron un plan de lucha que se desarrollará a lo largo de todo el mes y que luego de realizar movilizaciones al ANSES, ollas populares, manifestaciones hacia secretarías, ministerios y empresas de energía, culminará con cortes de ruta en todo el país para garantizar el carácter activo de un paro inevitable.

El anuncio de Macri de que dará más alimentos para los comedores y que otorgará un “refuerzo” de $1200 a las AUH y las jubilaciones mínimas en septiembre y diciembre es un verdadero insulto frente a las necesidades apremiantes del sector.

Un paro al servicio de la lucha

Mientras las distintas fracciones de la burocracia sindical atienden su juego de cara a los rearmados sindicales tanto como hacia los armados políticos a los que apuestan, y más concretamente interviniendo en la interna del PJ y el kirchnerismo, las trabajadoras y trabajadores sabemos que el paro es necesario. Un paro activo, con movilización y cortes que muestre que el país funciona gracias a nosotros/as. No se puede esperar hasta el 25 de septiembre cuando en los últimos días los golpes recibidos han significado un retroceso inaudito. Asimismo, no necesitamos un paro que sirva para descomprimir la justa presión que perciben las burocracias, necesitamos un verdadero plan de lucha en la que podamos construir una inteligencia común entre distintos sectores de nuestra propia clase, y que se plantee con claridad y decisión la voluntad de derrotar este ataque que hipoteca el futuro nuestro y de las próximas generaciones.

Las luchas contra el ajuste se están dando en múltiples sectores, de eso no queda duda, pero es necesario lograr salir de la dispersión en que muchas veces se terminan expresando nuestros reclamos para golpear con un solo puño a Cambiemos y el FMI. Experiencias unitarias como fueron la Marcha Federal de los movimientos sociales, la lucha de las y los trabajadores de prensa o como viene siendo el masivo reclamo educativo en todo el país ponen de manifiesto cómo la unidad de acción es la condición de posibilidad para hacer escuchar nuestra voz. Ese es el camino a seguir, el protagonismo del conjunto de las y los trabajadores es fundamental para derrotar las políticas derechistas y antipopulares de este gobierno.

¡Reapertura de paritarias en todos los sectores! ¡Paro general ya!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí