Retomando las históricas banderas de la Reforma del ´18 (a cien años de ella) y del Cordobazo, el movimiento educativo cordobés (en este caso docentes y estudiantes en su mayoría) estamos siendo uno de los protagonistas principales en la creciente rebelión estudiantil a nivel nacional contra las políticas de austeridad de Cambiemos  y el Fondo Monetario Internacional.

El paro docente impulsado por  ADIUC a comienzos del cuatrimestre fue una de las primeras manifestaciones de que el conflicto educativo sería importante en la provincia.

El martes 14 el movimiento estudiantil irrumpió en escena con  la toma del pabellón Cepia de la Facultad de Artes. Durante esta semana que está terminando tuvieron lugar masivas asambleas interclaustros  y una histórica marcha cuya convocatoria se estima que rondó las 100 mil personas, siendo sin lugar a dudas una de las manifestaciones a nivel nacional más concretas de un movimiento que sigue creciendo.

El desfinanciamiento a la educación pública expresado en la miseria salarial de les docentes y en las cada vez menores partidas presupuestarias para el funcionamiento de las universidades son los factores que explican la reacción masiva que está teniendo lugar. Claro está, el acuerdo con el FMI significa una profundización de esa situación y por eso mismo es tan relevante la capacidad de respuesta que tengamos  para poder frenarlo.

Ayer se tomaron la facultad de Psicología de la UNC y el Pabellón Mariano Ferreyra (Casa Verde) de la facultad de Filosofía y Humanidades. Al mismo tiempo, ADIUC resolvió extender el paro lunes y martes. De esta manera, con un movimiento en pie de lucha y una fuerte y fundamental participación de sectores de base y la izquierda, comenzaremos una semana que tiene el jueves 30 una parada fundamental en la Marcha Nacional Educativa.

En esta nueva hora americana, como enunciaba el Manifiesto Liminar, les estudiantes y docentes no vamos a bajar los brazos en la lucha por nuestro derechos

¡Plata para educación y no para el FMI!

¡La educación es un derecho, no un privilegio!

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