Desde nuestro proyecto editorial Ediciones La Llamarada se lanza un nuevo título: Miguel Hernández. Un ruiseñor en la batalla. El libro, que se presentará el viernes 3 de agosto a las 18.30 hs. en ATE (Av. Belgrano 2527, CABA), contiene un estudio biográfico y bibliográfico sobre este imprescindible poeta español. Además, reúne una muestra de poemas de sus diversas etapas, algunas de sus prosas, como así también una selección de escritos que distintos autores realizaron sobre él. En palabras de Vicente Zito Lema, quien prologó este trabajo, “Miguel Hernández está otra vez vivo en este libro, vivo y convocante para quienes lo hemos leído y sabemos de su epopeya, y para las nuevas generaciones que tanto necesitan hoy de él”.

 

Un poeta de otro tiempo, una canción que sigue vigente

Miguel Hernández. Un ruiseñor en la batalla intenta trazar un recorrido cronológico por vida y obra del poeta. El libro, cuya introducción, selección y notas estuvieron a cargo de Mariano Garrido, se propone recuperar y contextualizar a este singular poeta, tanto en sus diversos poemarios (cuatro de ellos publicados como libros en vida del autor), como en otras producciones de poemas sueltos o de textos que componen su Cancionero y romancero de ausencias, compuesto en prisión con un sentido unitario y publicado póstumamente. A su vez, el trabajo recopila algunos de los artículos periodísticos escritos por Hernández durante la Guerra Civil Española, como así también algunos poemas o testimonios sobre el poeta; entre otros, los de Pablo Neruda, Raúl González Tuñón y Vicente Aleixandre. Como se plantea en un segmento de la introducción del libro, “Hernández vivenció el trabajo infantil, fue pastor, hortelano, empleado y también escritor; fue un joven católico en un pueblo agobiado por la Iglesia, y luego fue un consecuente militante revolucionario que combatió en el frente republicano durante la Guerra Civil Española. Pero además fue un destacado poeta. Por todo ello, que se refleja en su trascendente y humana poesía, hoy sigue teniendo vigencia”.

 

La poesía de la praxis

La vida y la obra de Hernández se condicionan dialécticamente de manera notoria. Como se plantea en la introducción del presente libro, “pueden verse considerables marcas de una sobre la otra: las de sus días de pastor o de soldado incidiendo en su poesía y su teatro, pero también las de su obra literaria modificando y reformulando permanentemente su trayectoria personal, e influyendo además en amplios sectores del pueblo”. El itinerario biográfico y bibliográfico que propone el libro traza un cuadro que intenta dar cuenta de los orígenes del poeta, en un medio campesino y hostil. Recupera tanto los hechos de su infancia y adolescencia como pastor y joven trabajador, como lector autodidacta con muy poca escolaridad formal, y también las producciones poéticas de ese período (como “Pastoril”, sus primeros versos publicados en un diario local a sus diecinueve años). También queda retratado su período “católico”, influenciado por sectores conservadores de la Iglesia de Orihuela, su tierra natal, entre ellos por quien fuera su amigo, Ramón Sijé, inmortalizado en su “Elegía”. Tras su ruptura con la “tontería católica”, como el propio Hernández dijera acerca de dicho período, se abre una etapa de escritura donde el autor experimenta formal y temáticamente, y sus composiciones se nutren de una visión de la sociedad también revolucionaria. En dicho viraje, reflejado y documentado en el libro, fueron fundamentales sus viajes a Madrid, su contacto con intelectuales como Lorca, Alberti, Neruda y González Tuñón. El período de escritura en guerra y el epílogo en clave de derrota serán los que cierren esta historia, y fueron, probablemente, los más notables en cuanto a su producción literaria. Sobre el final de Miguel Hernández, muerto sin la atención médica elemental en los presidios del franquismo, cabe señalar no solo su sensibilidad estética, reflejada en poemas escritos y sacados de la cárcel en indescriptibles circunstancias, sino su inmenso coraje, su inquebrantable coherencia. Como se plantea en el libro, “en las antípodas de cualquier ética superficial, de cualquier compromiso de salón, circunscripto a las arengas pero no a arriesgar el propio pellejo, Miguel Hernández asumió siempre las consecuencias más hondas que escribir versos de combate puedan tener: él mismo se volvió un combatiente. Su coherencia ideológica y práctica se inscribe en la mejor tradición de las luchas obreras, aquella que sintetiza el decir y el hacer en su praxis”.

Recuperar a este poeta revolucionario en su dimensión humana y estética es un aporte que este libro propone a las y los lectores; tanto a quienes conocen la obra de Hernández, y pueden acercarse a una visión integradora de su vida y su obra, incluyendo algunos aspectos y escritos poco conocidos; como a quienes no se han encontrado aún con este singular poeta que cantó y combatió por la libertad y la revolución.

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