En el marco del paro nacional al que se vio empujada la CGT por el descontento de las y los laburantes frente a las políticas de ajuste, la izquierda y los gremios más combativos de la provincia de Tucumán se hicieron sentir. Frente al paro “dominguero” pretendido por la central sindical, estas fuerzas contrapusieron cortes y un acto unificado en Plaza Independencia.

Desde temprano, los accesos a la capital provincial fueron interrumpidos por el activismo obrero y popular. Los cortes realizados sobre los ingresos sur, este y norte a San Miguel de Tucumán permitieron que muchos trabajadores y trabajadoras abandonados/as por sus gremios o desprotegidos/as ante la patronal tuvieran la posibilidad de adherirse al paro.

Sin embargo la mayoría de los comercios de la zona céntrica abrieron sus puertas. Las y los trabajadores de estos establecimientos se encuentran en situaciones de fuerte precarización laboral y, en muchos casos, sin ningún tipo de cobertura sindical. Según ellos mismos contaron fueron amenazados con el descuento del jornal y el presentismo. Una situación similar vivieron los docentes de colegios privados, aunque en este caso sí se hizo sentir la presencia de SADOP para resguardar su derecho a la huelga.

Pese a que la CAME sostuvo que en la provincia, al igual que en Santiago del Estero y en San Juan la actividad se mantuvo “en un 90%”, las ventas fueron escasas, por la disminución notable del resto de las actividades.

 

En Plaza Independencia

Al mediodía, luego de los cortes, distintos sindicatos, organizaciones sociales, agrupaciones de base y comisiones internas realizaron un acto frente a la Casa de Gobierno para mostrarle, tanto al poder político como a la CGT que hay un importante sector que se resiste tanto a seguir soportando el ajuste como a conformarse con un tibio paro “dominguero”.

Uno de los oradores, Santiago Camuña, referente del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) lo dejó claro en su intervención: “somos trabajadores y trabajadoras precarizados que participamos en los barrios más vulnerables del país; todos los días más compañeros y compañeras se acercan contándonos lo desesperante de su situación. Por eso decimos que el hambre no puede pasar, y que el gobierno nacional debe dar marcha atrás en sus políticas de ajuste”

Por su parte Lorena Córdoba, delegada del Hospital del Este y miembro de Marabunta refirmó el avance sobre la salud y la educación públicas, y el doble ajuste que sufren las compañeras: “cada día vemos más gente que va a los hospitales porque ya no tienen obra social al estar precarizados; las mujeres tenemos que hacer malabares para llegar a fin de mes y alimentar a nuestros hijos, después de jornadas larguísimas de trabajo. Nos quieren seguir quitando derechos y van por todo. Por eso nos tenemos que organizar y quiero reafirmar la importancia política del movimiento de mujeres que ha logrado un hecho histórico, marcando que sí podemos avanzar en la conquista de nuestros derechos.”

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