Luego de la invasión del ejército turco, el pueblo kurdo resiste militarmente en Afrin y desde 2012 redobla sus esfuerzos para construir una sociedad igualitaria, con las mujeres como principales protagonistas de un profundo cambio político, ideológico y económico. Entrevistamos a Melike Yasar, representante en Argentina del Movimiento de Mujeres del Kurdistán1.

A Vencer: Luego de resistir durante dos meses la invasión, el ejército turco logró el 18 de marzo entrar en Afrin, con el apoyo del Ejército Libre Sirio. ¿Cuál es la importancia de este cantón de Rojava?

Melike Yasar: Ante todo una acla­ración. Turquía entró con las bandas yi­hadistas que hoy tienen nombres turcos, son brigadas de Al Nusra, Al Qaeda e ISIS apoyadas por Turquía. Y su entrada es una verdadera ocupación con un permiso de las potencias de la región, y especial­mente con un permiso de la OTAN (Tur­quía es el segundo ejército de la OTAN) y de Estados Unidos y Rusia.

Turquía ha argumentado que su ob­jetivo al atacar a Afrin era combatir al terrorismo. Pero sabemos que Afrin fue durante la guerra civil en Siria uno de los lugares más seguros que recibió a lo lar­go de estos seis años 300 mil refugiados desde otros lugares de Siria, que se suma­ron a los 400 mil habitantes del cantón. Entonces la invasión de Turquía tiene un sentido más grande que no es “la lucha contra el terrorismo” sino un concepto internacional. El objetivo es terminar con una revolución que fue un ejemplo para todo el Medio Oriente y también para el mundo. En los primeros días en que Tur­quía anunció que iba a entrar a Afrin, EEUU comunicó que sus tropas no iban a intervenir allí porque “estamos con las Fuerzas Democráticas de Siria que luchan contra el EI [Estado Islámico] y en Afrin no existe el EI”. Eso dejó claro para Tur­quía y para todo el mundo que en Afrin y Rojava no hay terrorismo. Pero para Tur­quía los kurdos son terroristas, todos los kurdos que luchan por su autodetermina­ción son terroristas.

Los habitantes de Afrin ahora son re­fugiados. Sin embargo, hay un enorme silencio a nivel mundial. Las potencias plantean: “nosotros vamos a apoyarlos si ustedes dejan el objetivo del confede­ralismo democrático”. “Nosotros vamos a apoyarlos si ustedes eligen estar con Rusia o con EEUU, tienen que elegir”. Por las dos partes hay una insistencia en este sentido. Y los kurdos no van a dejar de re­sistir. Saben que van a morir, saben que van a perder mucha sangre, pero están también listos para perder esa sangre. El objetivo de la resistencia en Afrin fue y es defender el sistema del confederalismo democrático, defender una revolución que fue una revolución para toda la hu­manidad. Si cae Rojava, si cae Afrin, van a caer otros lugares también. No van a ter­minar la lucha y la revolución del pueblo kurdo, pero van a tratar de debilitarla.

AV: ¿En qué consiste esa revolución de Rojava?

M.Y.: En los territorios liberados del EI por las mujeres kurdas se llevó a cabo una revolución social por y para las mu­jeres kurdas y para todos los pueblos que viven ahí como los asirios, armenios, árabes, turcomanos, distintos grupos re­ligiosos. Trataban de construir una nue­va sociedad con una mirada femenina, de crear una sociedad ética y política. Y eso constituye un peligro no sólo para Turquía sino para las potencias y espe­cialmente para el EI (que como sabemos esos grupos siempre fueron aprovecha­dos o utilizados por las fuerzas imperia­listas).

La revolución de las mujeres es la revolución de toda la humanidad. La ji­neology (ciencia de las mujeres) es para nosotros la revolución. El líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, en los últimos cinco tomos que escribió en la cárcel de Imrali define que la revolución de la mu­jer no se puede dejar para después de la revolución nacional. Porque la revolución no consiste en llegar a un punto, sino en hacerla cada minuto, cada segundo. Co­nocerse, conocernos como persona, cues­tionar nuestros errores resultado de vivir bajo el sistema capitalista y el sistema patriarcal, librar una lucha decidida con nosotros mismos y tratar de crear una nueva personalidad, todo eso es la revo­lución. Y allí también Öcalan define el so­cialismo. Insistir en el socialismo es in­sistir en la humanidad. El movimiento de liberación de Kurdistán hace 40 años que toma esa consigna como un eje de toda su lucha. Hoy somos peligrosos en todo el mundo, porque si bien nos apoyan en la lucha contra el EI nos tienen en la lis­ta de organizaciones terroristas. Es una contradicción muy pero muy grande. Hay que apoyar el movimiento de los kurdos, pero al mismo tiempo pelear por debili­tar ese sistema. Sabemos por la historia de Kurdistán que los pueblos nunca van a dejar de resistir.

AV: ¿Cómo se organiza la resistencia en Afrin y en Rojava?

M.Y.: Para responder eso es necesa­rio partir de bastante más atrás. En 1980 hubo un golpe militar en Turquía y todos los militantes del PKK (Partido de los Tra­bajadores del Kurdistán) fueron encarce­lados y en la cárcel de Diyarbakir hubo una resistencia muy importante. Y dejó una enseñanza que sigue vigente para el pueblo kurdo hasta el día de hoy: resistir en cualquier lado. La consigna de la re­sistencia en las cárceles fue “RESISTENCIA ES VIDA”. Eso significa organizarse. Hoy el pueblo kurdo no sólo en Rojava sino en las cuatro partes de Kurdistán, también en el exilio en Europa, en distintos luga­res del mundo, se organiza, porque los kurdos saben que la única forma de vivir es organizarse y crear sus propias alter­nativas. Hoy en Rojava eso pudo desa­rrollarse más, fue una experiencia muy concreta. Se creó un sistema anticapi­talista que fue también una resistencia y la puesta en pie de una alternativa. El confederalismo democrático fue y es un ejemplo para todos los pueblos del Medio Oriente. Sabemos que en distintos lados las luchas de las mujeres de los pueblos en el mundo árabe (lucha que no es tan visible, pero que existe) toman el confe­deralismo democrático como alternativa, como proyecto. Como dice el Movimien­to de Mujeres del Kurdistán: sin tener su propia organización no se puede luchar, no se pueden tener logros, no se puede al­canzar el objetivo.

Entonces la resistencia para noso­tros es como una forma de vida, pero la resistencia también es tener organiza­ción. La autodefensa para nosotros no es el arma, la Kaláshnikov, sino la or­ganización. Hoy la gran consigna de las mujeres del Kurdistán es “nuestra gran autodefensa es nuestra organización”. Y hay que ver la resistencia no sólo prácti­camente (la resistencia con las armas, o defenderse), sino de crear en cada lugar sus alternativas, desde la economía has­ta sus instituciones, la salud, su forma­ción y hasta su lucha armada. Y esa al­ternativa supone una lucha interna, una lucha contra la mentalidad patriarcal. Si llegamos a un objetivo de cambiar la sociedad y podemos construir nuestras propias organizaciones, ninguna fuerza – sea la OTAN, sea el sistema capitalis­ta- podrá tener logros en la lucha contra un pueblo, contra una sociedad que está organizada.

AV: ¿Cuál es el papel de los y las internacionalistas en esta lucha? ¿Quién fue Alina Sánchez, Lêgerîn Çiya?

M.Y.: En Rojava se está defendiendo la liberación de toda la humanidad. Por eso hay una participación enorme de todo el mundo con brigadas internacionales. Hay muchos mártires de todo el mundo que dieron su vida por la revolución de Rojava. Los internacionalistas no fueron ahí sólo a defender los derechos de los kurdos, fue­ron para defender una revolución. Algu­nos fueron a participar de la autodefensa, otros fueron para ayudar a los compañe­ros a crear una economía alternativa, de llevar sus experiencias, que faltaban hoy en Kurdistán. Están construyendo un nue­vo mundo, anticapitalista, antiimperialis­ta y faltaban experiencias que tenían otros movimientos, otros pueblos en el mundo.

Hace unos días nos llegó la noticia dolorosa de la muerte de Alina Sánchez, una argentina médica que fue a orga­nizar la ayuda humanitaria. Pero hizo mucho más. Aportó el conocimiento y las experiencias de los pueblos indígenas de América Latina y de Argentina, de los movimientos revolucionarios y de las lu­chas de las mujeres de estos territorios. Ella creaba la revolución kurda. Porque la revolución de Kurdistán puede ser una revolución para toda América Latina y se puede crear un puente entre ambos para realizar el objetivo del Movimiento de Mujeres de Kurdistán: crear una lucha universal. Realizó su autocrítica profun­damente y salió en forma muy positiva de esa crisis de cambio de personalidad, construyéndose como una revolucionaria integral.

Tenemos que abrir un espacio en el que podamos investigar y empezar a establecer una lucha en común que dé continuidad a la lucha de Alina, pero también de Sakine Canzis, Berta Cáceres, Marielle Franco y otras revolucionarias, otras mártires mujeres en el mundo. Ali­na Sánchez puede ser un ejemplo a nivel internacional de crear esa lucha por la humanidad, por eso nosotros la nom­bramos en primer lugar como mártir del pueblo kurdo, pero también como mártir de la humanidad, como mártir de todos los pueblos. Tendremos que organizar un gran homenaje para ella.

  1. Entrevista realizada el 26/3/2018. Al momento de la edición el 29/3/18 se conoció la conferencia realizada en París por Emmanuel Macron luego de la reunión con representantes de las Fuerzas Democráticas de Siria integradas entre otros por las autodefensas kurdas (YPJ / YPG).

 

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