La política de desguace y achicamiento del Estado implementada desde el inicio de la gestión de Cambiemos ingresó en las semanas finales del año en una nueva etapa con la multiplicación de los despidos en distintos organismos nacionales: ENACOM, Energía, Defensa, Fabricaciones Militares, INCAA, ANSeS, TDA (Sistema Federal de Medios Públicos), Medio Ambiente, entre otros, son los sectores donde golpeó esta tanda inicial de cesantías, que al cierre de este artículo se ubican en más de mil despidos aproximadamente.

El ataque sobre los puestos de trabajo de los trabajadores y trabajadoras estatales se inscribe en una política de desguace que el gobierno macrista denomina cínicamente de “dotación óptima”, una simple fachada técnica para legitimar la ejecución de despidos masivos, vaciamiento de estructuras y tercerización de negocios para empresarios amigos.

Esta orientación cuenta con la activa complicidad de UPCN –sindicato pro-patronal que ha sido oficialista de todos los oficialismos de turno-, tanto en el diseño global de la política de despidos como en la inclusión de cláusulas flexibilizadoras en el último acuerdo paritario (presentismo y productividad). No por casualidad, su secretario general, Andrés Rodríguez, expresa al interior de la CGT a los sectores más conciliadores y entreguistas de la central obrera que le viene ofrendando una colosal tregua al macrismo.

En contraste, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el otro gremio estatal con representación y personería gremial en el sector, viene llevando adelante los intentos de resistencia a estas políticas, casi con exclusividad, pero con notorias dificultades para lograr frenar los ataques patronales. A las dificultades lógicas que se desprenden de un cuadro complejo, la situación se agrava porque toda la intervención del gremio está signada por una disputa de aparato cada vez más profunda y estéril entre ATE Capital (conducida por la Verde y Blanca kirchnerista) y ATE Nacional (dirección histórica de la Verde ANUSATE de Víctor De Gennaro), que lleva a un cuadro permanente de división de la acción del sindicato en las calles, sin coordinar siquiera elementales medidas de lucha frente a los golpes del macrismo.

En este marco, con un gremio amarillo y entreguista como UPCN, cómplice absoluto del ajuste macrista; y otro atravesado por las internas de sus conducciones principales, en detrimento de las necesidades y urgencias de los trabajadores y trabajadoras estatales, el cuadro de situación no resulta sencillo. Sin embargo, el enfrentamiento a la política de despidos del macrismo no sólo es necesario sino también posible y es una tarea militante de primer orden.

Organizar la lucha desde los sectores  

Un punto fundamental para proyectar una estrategia de resistencia a los despidos es promover desde el vamos la organización y participación activa de los compañeros y compañeras despedidos/as para luchar por las reincorporaciones. Este posicionamiento que parece elemental, no lo es tanto a la hora de los hechos, ya que son muy pocos los conflictos sectoriales que se organizan desde el protagonismo de las y los compañeros/as directamente afectados y con las Junta Internas a la cabeza de esa orientación política y organizativa.

La militancia estatal de Venceremos, que en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) es parte de la agrupación ATE Desde Abajo (ADA) con presencia en decenas de organismos del Estado nacional, plantea esta orientación en todos los sectores donde se producen despidos y la impulsa en la medida de nuestras posibilidades y responsabilidades en los distintos organismos.

Generar instancias de organización de los/as despedidos; promover fondos solidarios para sostener en el tiempo la pelea; generar acciones locales de lucha que empalmen con las medidas generales para exigir la reincorporación de todos/as los/as despedidos/as, son parte de las acciones concretas que se desprenden de esta perspectiva y que tienen como objetivo fundamental impedir por todos los medios una rápida normalización de los lugares de trabajo mientras haya compañeros/as en la calle.

Ninguna “paz social” si hay despidos

La perspectiva anterior se opone por el vértice, en lo que refiere a política gremial, al acta firmada por la Junta Interna Verde y Blanca de ATE-MINEM (con aval de la conducción de ATE Capital) que para asegurar la continuidad de los propios delegados verde y blancos de esa cartera, y luego de una medida express de lucha, convalidó el despido de 140 trabajadores/as del Call Center, a cambio de 3 meses de salario facturados a una Universidad para una difusa capacitación para ¡confeccionar CV y otras técnicas de búsqueda laboral!

Como si fuera poco, en la cláusula final la Verde y Blanca de MINEM se comprometió por escrito a asegurar la “paz social” como cláusula “esencial” para el cumplimiento del acuerdo. Como se ve, lo firmado se asemeja más a una deshonrosa acta de rendición y entrega, que a cualquier modalidad de acuerdo que un Sindicato pueda firmar con un mínimo de decoro.

Desde ya, el contenido de este tipo de acuerdos es compartido por los funcionarios con sus pares en tiempo real y en minutos llegan a los despachos del Ministerio de Modernización, desde donde la patronal macrista conduce la política de despidos con una lógica estricta de mando centralizado.

De ahí la gravedad adicional de lo pactado, ya que junto al elevadísimo precio de 140 compañeros/as en la calle arrojados a su suerte, debilita al conjunto de las y los estatales a la hora de defender los puestos de trabajo en riesgo, que en semanas empezarán a contabilizarse por miles con la inexorable profundización de la agresión patronal.

Asimismo, resulta imprescindible forjar en las calles la más amplia unidad de acción para la lucha, comenzando por la del propio Sindicato, fracturado en todas sus intervenciones por la puja entre ATE Capital y ATE Nacional.  Desde las bases debemos imponer la unidad de los/as trabajadores/as en la defensa de nuestro trabajo y derechos, forzando a ambas conducciones a dejar de lado los intereses de fracción para poner por delante las necesidades e intereses del conjunto de las y los estatales y de nuestro pueblo en general.

Ya que el otro aspecto que salta a la vista en la presente coyuntura, es que las políticas antipopulares llevadas adelante por Cambiemos sólo pueden ser derrotadas a través de una amplia movilización del conjunto del movimiento obrero y popular, que quiebre en los hechos la tregua de las conducciones sindicales burocráticas y entreguistas, que le allanan el camino a las reformas neoliberales del macrismo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, ingresá tu comentario
Por favor, ingresá tu nombre aquí