Entrevistamos a las y los compañeros de Bahía Blanca que se sumaron recientemente a la Corriente de Izquierda Poder Popular, para conocer más de cerca la situación local y las tareas de la izquierda en la ciudad.
¿Por qué se sumaron a Poder Popular?
Hay varias razones por las cuales decidimos sumarnos al espacio. La primera y quizás la más importante fue que, en un contexto de ajuste y avanzada sobre los derechos de sectores populares, creímos fundamental aportar al armado de una herramienta política que presente no solo una resistencia sino también una alternativa, un programa para la clase trabajadora.
Valoramos también el esfuerzo por intentar lograr mayores grados de unidad en el campo de la izquierda, sobre una base sólida de acuerdos y a partir de un debate franco entre las distintas corrientes. En ese sentido, vimos como un acierto el apoyo crítico al Frente de Izquierda en las últimas elecciones que permitió armar a Poder Popular con las primeras herramientas para enfrentar la disputa electoral. Igualmente, creemos que es necesario seguir ampliando el FIT e ir incorporando a otras tradiciones de lucha.
¿Cuál es la situación actualmente de las y los trabajadores en Bahía Blanca?
Al igual que en el resto del país, las políticas del gobierno de Macri con el apoyo de casi toda la oposición han hecho mucho daño a las condiciones de vida de las y los laburantes bahienses. Hubo varios casos de despidos masivos de trabajadores/as (Maxi Burgos, Servicios Integrados, Casa Dalí, Lucaioli) y también de persecución y despidos selectivos hacia delegados y dirigentes gremiales. Uno de estos casos, el del secretario adjunto del sindicato de mensajeros y cadetes (ASTRAMYC), lo logramos revertir gracias a la solidaridad y movilización de varias organizaciones gremiales y políticas de nuestro medio.
Por otra parte, tenemos una gran cantidad de empresas tercerizadas, varias de ellas contratadas por las grandes multinacionales que operan en el polo petroquímico. Lamentablemente, aquí es donde vemos una gran cantidad de trabajadores/as precarizados y con escasa o inexistente seguridad laboral que ya ha costado varias vidas o ha dejado heridos/as con secuelas para toda la vida.
Otra de los flagelos que afecta a la fracción más pauperizada de nuestra clase es el gran déficit habitacional que tenemos. En nuestra ciudad, donde viven aproximadamente 320 mil personas, unas 60 mil se encuentran en esta condición y cientos de familias lo hacen en precarias casillas de chapa y cartón.
¿Qué propuestas o iniciativas están pensando impulsar?
Para nosotros/as una de las tareas fundamentales es hacer crecer nuestro espacio en la ciudad y por supuesto dar a conocer el programa y las propuestas de Poder Popular.
Además, es indispensable contribuir a la organización y la lucha contra el ajuste (y la represión que lo acompaña) en cada lugar de trabajo, de estudio y en la calle en el más amplio marco de unidad.
Debemos seguir abogando por el fortalecimiento de una alternativa política de los/as trabajadores/as, que defienda la independencia de clase y que de manera pedagógica también comience a recuperar y poner en discusión el ideario socialista. Tenemos que ser cada vez más los/as que tomemos conciencia de la necesidad de cambiar este sistema de raíz para superar definitivamente las injusticias que sufrimos todos los días las mayorías populares.
¡CRECE PODER POPULAR! ¡POR UNA ARGENTINA SIN HAMBRE NI EXPLOTACIÓN!