QUÉ SOMOS

El Acompañamiento Terapéutico surge como dispositivo de tratamiento alternativo en Argentina a comienzos de la década del ´70 en un contexto de auge de lo que se denominó “Movimiento de desmanicomialización”. Dicho movimiento nace con una fuerte crítica al modelo del manicomio, al poder hegemónico del médico psiquiatra, a la medicalización de la vida humana y propone un rol protagónico en el proceso de cura a las personas implicadas, en un contexto de búsqueda de nuevas herramientas terapéuticas (hospitales de día, comunidades terapéuticas).

El acompañamiento terapéutico es un dispositivo que permite diseñar una estrategia adecuada a la singularidad de cada paciente, dependiendo de la situación que el sujeto esté atravesando. Para ello, las/os A.T nos insertamos en la vida de la persona afectada y compartimos con ella su cotidianeidad.

Recién en los últimos diez años se ha expandido su conocimiento como alternativa terapéutica. Esto vino acompañado de reformas legales en Argentina, como lo fue la Ley Nacional de Salud Mental Nº 26657 en el año 2010 donde se nombra por primera vez el rol del A.T.

 

NUESTRAS CONDICIONES DE TRABAJO

Estos avances no han sido acompañados por mejoras en las condiciones laborales del A.T.; el hecho de no contar aún con una ley provincial o nacional que nos reconozca como trabajadores y trabajadoras de la salud, ni de cuenta de nuestros derechos e incumbencias, hace que nuestra cotidianeidad práctica se vea inmersa en un sinfín de trabas de todo tipo. Las obras sociales e instituciones educativas nos exigen requisitos inauditos para poder trabajar y, muchas obras sociales nos pagan con ocho meses (o más) de demora. Los honorarios no son respetados y debemos recurrir continuamente a recursos de amparo. No tenemos matrícula, tenemos registro autónomo como monotributistas. Estos elementos, sumado a la falta de regulación de nuestra práctica, hace que las exigencias impositivas no se encuentren acordes a nuestros ingresos, entre tantas otras problemáticas que nos atraviesan como trabajadores/as.

En el año 2014 el Ministerio de Salud y de Educación de la Provincia de Bs. As., mediante las resoluciones 1014/12 y 1221/14, dictaminó condiciones básicas de formación del AT en la provincia, necesarias para trabajar en el área. Quienes nos formamos antes de esas resoluciones nos vemos con el impedimento de seguir trabajando cuando las Obras Sociales solicitan, para cubrir el acompañamiento terapéutico de su afiliado, que el AT se encuentre formado bajo dichas resoluciones; por lo que resulta urgente obtener la homologación de los títulos.

Frente al impacto que esto genera en las condiciones de trabajo y de vida de miles de ATs, las respuestas que tuvieron las distintas asociaciones de Acompañantes Terapeúticos, mayoritariamente centradas en aspectos formativos-académicos y no en derechos laborales, no fueron las esperadas por un importante sector. Incluso muchas veces, pusieron por delante el beneficio de su propia organización que el del conjunto de las y los trabajadores.

En este contexto, un grupo de compañeras y compañeros en Mar del Plata, tomamos la iniciativa de llamar a una asamblea abierta para tratar estos temas. Nos encontramos que la situación era generalizada y caótica. Pudimos empezar a trazarnos ejes centrales de trabajo para el avance de derechos de nuestra profesión. Las asambleas empezaron a tener mayor sistematicidad y participación, se generaron espacios de debates de los distintos proyectos de ley, y se invitó a participar de las mismas a las diversas asociaciones de la ciudad.

Comenzamos a realizar reclamos puntuales en obras sociales y a contactarnos con AT’s de otros lugares de la provincia y el país.

Un grupo de compañeros/as participantes de las asambleas comenzamos a trabajar sobre mayores niveles de definición y desarrollo, y al calor de los reclamos y luchas decidimos impulsar lo que luego se llamó el Colectivo Marplatense de Acompañantes Terapéuticos (CoMAT). Hoy, asociación civil en formación como forma de agrupamiento de las y los trabajadores hasta la aprobación de la ley por la ley por la que se está luchando.

ORGANIZACIÓN PROVINCIAL

A nivel provincial se dieron procesos similares, en muchos se lograron generar y consolidar espacios de debate y organización sistemáticos (asambleas, reuniones, acciones de lucha) con una perspectiva más definida. A su vez esta coordinación provincial forjó un vínculo con la CTA Autónoma que desde el inicio sirvió como una herramienta importante para dar muchas peleas. La Plata, Bahía Blanca, Tandil, Carlos Casares, Azul, Olavarría, son algunas de esas expresiones.

El 9 de septiembre de este año tuvimos nuestro punto de encuentro en el 1º Plenario Provincial de A.T´s en la ciudad de Mar del Plata, siendo CoMAT su anfitrión y recibiendo a decenas de compañeros/as de diversos puntos de la provincia (más de 80).

Dicho plenario fue la punta de lanza del desarrollo de una organización provincial de ATs, la Coordinadora Provincial de Acompañantes Terapéuticos (CoPAT). Un salto en cantidad y en calidad de estas expresiones locales antes mencionadas, con la perspectiva de ir construyendo la capacidad de una intervención de peso en la provincia. Para ello nos trazamos tres pilares necesarios: los principios políticos de dicha construcción (democracia interna, pluralidad, independencia y autonomía política); una estructura organizativa (comisiones, asambleas, plenarios) y una agenda o plan de trabajo para cada momento con objetivos y actividades. La coordinación provincial nos permitió crecer colectivamente en fuerza y desarrollo como sector, impulsando diversas actividades como la promoción y defensa de la Ley Provincial, un censo que tuvo lugar en varias localidades a fin de dar cuenta de un registro estadístico actualizado, y que encontró su punto mas álgido de organización en la reciente coordinación por mejoras estructurales de nuestros derechos en relación a la obra social provincial IOMA, estableciendo grupos de coordinación y organización regulares de madres y prestadores (no sólo AT´s), asambleas con la participación del director regional de IOMA, audiencias públicas con directivos en La Plata donde tuvimos representación como CoMAT, y medidas de luchas coordinadas que lograron arrancarle un aumento de honorarios para el acompañamiento en escuelas, entre otras medidas.

La lucha por la mejora de condiciones laborales con respecto a IOMA y otras obras sociales sigue, pero nos encuentra fortalecidas/os y en pie de lucha. Los últimos sucesos nos reafirman que la única salida es dejando mezquindades de lado, en coordinación, organización y en la calle, poniendo el cuerpo, las convicciones y el corazón a todo lo que hacemos. Todo el camino trazado, las experiencias de unidad, organización y lucha con decenas de compañeros y compañeras son apenas la punta del iceberg y los primeros pasos hacia la puesta en pie de una organización sindical propia de las y los AT que sirva como herramienta de lucha a las actuales y futuras generaciones de este nuevo (pero no tan nuevo) sujeto trabajador. Tenemos un gran horizonte por delante.

 

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