A pesar de la crisis económica y las consecuencias arrasadoras de las políticas de ajuste del gobierno de cambiemos, decenas de miles de mujeres y disidencias sexuales nos congregamos en la capital de Chaco, una de las provincias más goleadas por la pobreza, para llevar a cabo el 32° Encuentro Nacional de Mujeres. Con un enorme esfuerzo militante y organizadas pudimos llegar nutridas delegaciones de todo el país y de distintas partes del mundo. Si bien la participación de este año fue menor, los principales debates del movimiento tuvieron lugar en la ciudad de Resistencia. Es que a pesar de las adversidades, el movimiento de mujeres y disidencias crece año a año en cantidad y sobre todo en convicciones, y la salida feminista es hoy una opción válida y posible para muchas.

A las exigencias históricas, como las de legalización del aborto o el derecho a vivir una vida libre de violencias, se sumaron otras coyunturales, entre ellas la de renuncia de Bullrich por la desaparición forzada de Santiago Maldonado.

Las mujeres y disidencias sexuales llevamos a Resistencia los casos más emblemáticos de violencia machista y el pedido de justicia para todas: para Anahí, Ayelén, por la aparición con vida de Yamila Cuello y las miles de pibas desaparecidas, absolución completa para Abril y para Higui. Contrariamente al intento de algunos sectores de la comisión organizadora de frenar la participación de trans y travas, las disidencias sexuales tuvimos gran presencia, pudiendo discutir los problemas más urgentes del colectivo, como los crímenes de odio, la corta expectativa de vida, el cupo laboral. Igualmente, se hizo la movilización orgullosamente torta, incluida en el cronograma oficial.

También, a pesar del intento del intendente Capitanich de “darnos la bienvenida” y preparar la ciudad para recibirnos armoniosamente, tratando con esto de institucionalizar el evento, el movimiento de mujeres y disidencias desbordó esta iniciativa, la enorme mayoría se demarcó señalando como responsable de los problemas de nuestro sector al Estado, la iglesia y los gobiernos.

Nuestra intervención. Un pequeño aporte a esta inmensa lucha.

Desde el FU viajamos y compartimos escuela con una importante delegación de más de 400 compañeras, conformada también por organizaciones con las que construimos diariamente. En las distintas provincias donde tenemos presencia ya nos veníamos encontrando en pre-encuentros y en la lucha cotidiana, y Resistencia fue sede del encuentro también entre nosotras.

Intervinimos en los Talleres que consideramos de prioridad para nuestro movimiento por los ejes de discusión que se plantean, entre ellos los de Estrategias para la legalización del aborto, Prostitución, Trans y travestis y difentes talleres que abordan el eje de las Violencias. Igualmente, formamos parte del ya clásico Taller de la Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres (CNCVM) que esta vez trabajó el eje de la Violencia Mediática.

El domingo por la tarde, formamos parte de la imponente columna de la CNCVM de miles y miles de compañeras, con la cual salimos a las calles, con toda la mística y el agite, gritando enfurecidas pero también felices de sabernos juntas, dejando en claro de que el patriarcado se va a caer y el feminismo va a vencer.

El último día, cuando ya nos habíamos ido la mayor parte de las delegaciones, un grupo de casi cien personas, mayoritariamente varones, amedrentaron a las compañeras que estaban a la espera de salir de vuelta para sus ciudades. Con reaccionarias consignas “aborteras, lesbianas, no nos representan” y la zona liberada, es posible pensar que para nada se trató de una acción espontánea. Muchas quedaron heridas de los cascotazos y las palizas. Por este motivo, el mismo martes se realizaron múltiples repudios a este episodio, en las provincias de Chaco, Corrientes y Córdoba y en la misma CABA en la puerta de la casa de Chaco, de la cual formamos parte junto a la CNCVM, Plenario de Trabajadoras-PO, MPLD, entre otras. Porque llegamos organizadas a Chaco, así volvimos y así seguiremos.

Y ahora también en Chubut

La próxima sede del ENM es Puerto Madryn, Chubut. Siempre es necesario llevar el ENM a los distintos puntos el país, porque permite hacer llegar las discusiones a todas partes. Sin embargo, una vez más cuestionamos los métodos de elección de la sede de la comisión organizadora. Nuevamente, la única resolución del ENM se dirimió por “aplausómetro” y esta vez directamente con la ausencia de la enorme mayoría de las delegaciones. Será desafío para el 2018 poder aunar nuestros esfuerzos las distintas organizaciones y sectores que bregamos por la democratización del ENM.

 

Seguiremos peleando y organizadas. Demostrando, como siempre, que nuestros deseos de liberación son imposibles de encorsetar en este sistema. Con el desafío de seguir sosteniendo la politización del encuentro, camino del que ya no hay vuelta una vez que sabemos que lo personal es político.

Seguiremos peleando y organizadas. Por las que ya no están, trayendo su voz en nuestros gritos de guerra, y con toda la fuerza de las que hoy hermanadas seguimos diciendo bien fuerte que vivas y libres nos queremos.

Revolución en las plazas, en las casas, en las camas. Para que el capitalismo y el heteropatriarcado caigan juntos.

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