Participamos de estos tres días de profundas experiencias. Nos quedamos algo agotados, con las ansias de que venga el próximo, con charlas por compartir, risas y cuerpos que soltar. Terminó un nuevo ELVA. Se abre un gran camino de deconstrucción de nuestras masculinidades.

El Encuentro Latinoamericano de Varones Antipatriarcales es un encuentro anual que busca convertirse en masivo, donde las distintas formas de organización y de autopercibirse varón, se encuentran, se replantean sus privilegios, abordan debates, politizan los cuerpos, intercambian experiencias y sobre todo aportan, desde su lugar, un ladrillo a la transformación de este sistema heteropatriarcal capitalista. Pero también es un espacio de construcción unitaria, de abrazos y caricias, de experimentar la sororidad entre los varones, de romper con la confianza cómplice, con la falta de demostración de cariño, con la represión de nuestras emociones, con el ejercicio de la violencia. Por todo esto el ELVA es un evento que en tan solo tres días nos moviliza, nos estremece y nos enternece tanto que dura hasta llegar al próximo año, y que nos impulsa a seguir con este gran trabajo en nuestros territorios.

El ELVA 2017, que tuvo como sede a Santiago de Chile, contó con la presencia de alrededor de 200 compañeros de Argentina, Uruguay, Chile y otros países de América Latina. El mismo abordó el eje de la despatriarcalización de nuestras relaciones interpersonales en los distintos ámbitos: organizaciones, movimiento popular, paternidades, relaciones sexo-afectivas, disidencias sexuales. Fueron 3 días de trabajar con nuestro cuerpo, de debate político, intercambio de experiencias y socialización de herramientas.

Como Frente Único IR-HN, estamos contentos de haber participado del encuentro al que anteriormente cada organización había conocido por separado.

En la previa, formamos parte de la Asamblea Abierta de Varones en Reflexión. Este es un espacio de articulación que se encargó de la organización del Preencuentro Regional de Varones Antipatriarcales en Buenos Aires que se realizó el 30 de septiembre y al cual asistieron alrededor de 130 compañeros. En este pudimos concretar un bello aporte: la coordinación de un taller que se tituló “Complicidades machistas: ¿qué nos pasa con nuestras violencias?”.

Cómo organización creemos que el trabajo interno transversal es fundamental para permitir la construcción de herramientas por parte de los militantes varones que se desempeñan en los distintos frentes. Sin embargo, sabemos que la deconstrucción es larga y el camino está lleno de dificultades que empiezan en nuestro interior y siguen en los ámbitos de lucha que transitamos. En ese sentido, es fundamental encontrarse con otras organizaciones y con compañeros independientes para socializar experiencias y generar organización como parte de un proceso colectivo.

En un contexto donde la derecha avanza política, económica, cultural e ideológicamente sobre nuestro continente, apelamos a dar la pelea en el terreno de nuestros cuerpos, de nuestras organizaciones y de nuestros afectos. Mientras las fuerzas de la burguesía se proponen avanzar en la represión de las mujeres y las disidencias, desde nuestro lugar nos damos la tarea de deconstruirnos y construir en una perspectiva feminista revolucionaria, por una sociedad de iguales y diversxs.

El compromiso de las organizaciones revolucionarias es fundamental para avanzar hacia la construcción de un proyecto revolucionario más humano y profundamente antipatriarcal y feminista. En ese camino estamos, destruyendo lo macho, construyendo lo nuevo.

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